TOKIO.- La Copa del Mundo 2003 de vóleibol llega a su recta final con cinco candidaturas -Brasil, Serbia y Montenegro, Italia, Estados Unidos y Francia- que optan a tres plazas para disputar los próximos Juegos Olímpicos de Atenas.
El estadio Yoyogi de Tokio acogerá, a partir de este viernes, la batalla definitiva, en la que también está en juego el título del torneo.
"Empieza un nuevo campeonato. Todo está aún por decidirse y pueden pasar muchas cosas", declaró Bernardo Rezende "Bernardinho", seleccionador de Brasil, la máxima favorita.
Serán tres jornadas apasionantes, con enfrentamientos entre los adversarios implicados y un invitado de lujo: Japón. El equipo anfitrión perdió ante Túnez y Corea del Sur todas sus opciones, pero en la capital de su país y, ante un público apasionado, puede convertirse en pieza clave.
La antepenúltima etapa se abre con un cartel excepcional. Estados Unidos frente Italia, dos equipos que han mantenido una feroz lucha por la tercera plaza y que aspiran a mucho más. Doug Beal, el prestigioso técnico americano, frente a los campeones del Viejo Continente.
A continuación, el partido estelar del campeonato: Brasil-Serbia y Montenegro. Campeón mundial contra campeón olímpico. Unicos invictos y los dos primeros clasificados del ránking FIVB. Será, además, un duelo inédito en la historia de la Copa del Mundo.
Francia, que sigue al acecho de cualquier mínimo traspié de sus rivales, cerrará el programa ante Japón.
Mientras, en el gimnasio Metropolitano, otros seis equipos (Venezuela, China, Túnez, Canadá, Corea del Sur y Egipto) reanudarán el denominado "grupo de consuelo".
Con ambiciones parejas ya que todos anhelan la mejor ubicación posible en la clasificación final, el reto tampoco es nada fácil.
Venezuela comienza ante China, un adversario al que se impuso por última vez en agosto del pasado año. Fue en un partido de la Liga Mundial, disputado en Cabimas. Venezuela rompió aquel día su maleficio como local (3-1).
En los dos partidos siguientes, los canadienses parten como favoritos ante Túnez, mientras que los surcoreanos ya han demostrado poseer un mayor potencial que Egipto.
