MELBOURNE.- El secretario de Estado para el deporte español, Juan Antonio Gómez Angulo, solicitará una explicación oficial al gobierno australiano por el incidente del himno en la ceremonia inaugural de la final de la Copa Davis de tenis que se disputa en Melbourne.
’’Quiero expresar mi más absoluta indignación por la ofensa’’, afirmó Gómez-Angulo, quien se retiró de la grada del Rod Laver Arena en cuanto el trompetista James Morrison comenzó a interpretar lo que debía ser el himno español y resultó ser el Himno de Riego, vigente durante la Segunda República española, hace más de seis décadas.
’’Llevaré mi protesta más allá de la pista de tenis. Pediré al embajador español que pida al gobierno australiano una explicación de cómo pudo ocurrir una ofensa intolerable como ésta’’, agregó indignado el máximo dirigente del deporte español.
El incidente sorprendió a los 500 espectadores españoles presentes en el estadio y a los miembros del equipo. Juan Carlos Ferrero, que instantes después jugó el primer partido ante Lleyton Hewitt, intentó no perder la concentración, pero no pudo pasar los hechos por alto.
’’Me sorprendió bastante, nunca lo había oído antes. Fue un error grave, pero lo intentaron arreglar y lo consiguieron. Gómez Angulo estaba bastante indignado. Por supuesto que fue serio, pero yo intenté concentrarme en el partido’’, explicó el español.
En medio del estupor de los españoles, Gómez Angulo se hizo cargo de la situación y ordenó a los jugadores no comenzar el partido hasta que no se tocase el himno oficial. Tras unos minutos de confusión, alguien encontró un CD con la melodía actual y pudo comenzar el tenis.
La duda entre los españoles era clara: ¿Fue un despiste o una ’’provocación’’, como insinuó Gómez Angulo? Las suspicacias provienen del ambiente caldeado en los últimos días por los jugadores del equipo australiano, que renovaron sus quejas por el comportamiento del público de Barcelona durante la final que España ganó a Australia en 2000.
Mientras sobre la pista se jugaba, las conversaciones en los despachos continuaron, y el presidente de la Federación Australiana, Geoff Pollard, emitió raudo un comunicado de disculpa y aseguró que se trataba de ’’un error’’.
’’Tennis Australia quiere disculparse por haber puesto inadvertidamente el himno incorrecto. Es desafortunado que la excelente ceremonia se manchó por este lamentable incidente’’, reza el texto, que además anuncia que ’’como señal de respeto’’ los himnos se tocarán también antes de las demás jornadas de la final.