BUENOS AIRES.- El delantero chileno Marcelo Salas podría jugar las finales de la Copa Sudamericana de fútbol, con River Plate de Argentina ante Cienciano de Cusco, informó hoy la prensa local.
"Quiero tratar de darle una mano al equipo", afirmó el "Matador" al matutino Clarín, al tiempo que en declaraciones al diario deportivo Olé reconoció que "estoy bien y tengo ganas de jugar. No sé si será lo mejor, pero el deseo se hace cada vez más fuerte".
"Sí, hay posibilidades de que juegue", reconoció a su vez el médico de River, Luis Seveso, quien aseguró "si por mi fuera, estaría en las dos finales", aunque reconoció que Salas "aún no tiene el alta médica, pero los estudios revelaron que el músculo está bien, sin lesiones activas".
Salas volvió a River el 21 de julio procedente de Juventus, sufrió un desgarro en el bíceps femoral del muslo derecho hace más de tres meses y se resintió de la lesión un mes más tarde tras jugar apenas dos minutos en un partido del Torneo Apertura local frente a Olimpo.
El viernes, el goleador realizó un entrenamiento físico con el resto del plantel y si bien según Seveso todavía no está plenamente recuperado y se encuentra "muy lejos de lo ideal" quedaría concentrado con el equipo para el partido del miércoles, en el estadio Monumental.
"Primero quiero entrenarme. Sé que no es lo mejor jugar una final después de tanto tiempo, pero si me siento en condiciones quiero tratar de darle una mano al equipo", explicó Salas, quien dijo haber hablado del tema con el técnico chileno de River, Manuel Pellegrini.
"Charlamos un rato y me metió un poquito de presión, pero en el buen sentido", reconoció el "Matador", cuya presencia, aún como suplente, se reforzó porque River contará el miércoles con apenas 17 jugadores, tras las lesiones y suspensiones que sufrió en la victoria por penales ante Sao Paulo, el miércoles, en la semifinal de vuelta.
River sufrió en el Morumbí tres expulsiones: Horacio Ameli, Guillermo Pereyra y Diego Barrado, además de las lesiones del zaguero Eduardo Tuzzio y Marcelo Gallardo, entre las más serias del plantel.
La final de ida se disputará el miércoles en el estadio Monumental y será arbitrada por el brasileño Carlos Simón, mientras que Cienciano insiste en jugar la de vuelta en la altura de Cusco, pese a que el estadio Garcolaso de la Vega (en el que entran 30.000 espectadores) no cuenta con la capacidad necesaria para albergar un partido de esas características.
