BUENOS AIRES.- La tensión que vivió hoy el plantel de Boca Juniors por la inesperada demora de un vuelo con destino a Japón en el aeropuerto de Los Angeles, y que hizo pensar incluso en pedir la postergación de la final de la Copa Intercontinental, quedó hoy superada luego de que los "xeneizes" pudieron subir a otro avión.
El avión en el que viajaba el equipo argentino de fútbol rumbo a Japón para enfrentar el domingo al Milan de Italia quedó hoy varado en Los Angeles por desperfectos técnicos.
La demora provocó gran nerviosismo entre los jugadores y el equipo técnico por las consecuencias que sufrirán a raíz del acortamiento del tiempo de adaptación al huso horario nipón y para entrenar de cara a la final de la Intercontinental.
La travesía del equipo "xeneize" -que salió en la tarde del lunes de Buenos Aires- pudo continuar a bordo de un avión de una aerolínea coreana. Pero hasta ese momento la dirigencia de Boca pensaba avanzar en sus gestiones ante la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) para lograr una postergación del partido con el Milan.
El secretario técnico de la entidad, José Cirilo, había advertido desde Los Angeles en declaraciones a una radio de Buenos Aires que el problema se debía "arreglar en pocos minutos, porque de lo contrario no llegaríamos (al partido con el club italiano) en las mejores condiciones".
La preparación de Boca en Japón, en la recta final hacia el partido, ya iba a ser esta vez más breve que en recientes oportunidades porque el equipo recién tenía previsto retomar sus entrenamientos a partir del jueves.
Según se había proyectado originalmente, los jugadores arribarían a Tokio el miércoles pasado el mediodía. De allí debían viajar por tres horas por carretera hasta Yokohama, sede del partido el domingo.
Boca buscará triunfar ante el conjunto italiano con la ilusión de alcanzar a Peñarol de Uruguay, el Real Madrid y el propio Milan, que con tres conquistas cada uno son los equipos que más veces se alzaron con la Copa Intercontinental.
