GROSSETO.- El cazabombardero ganó al Fórmula 1. El desigual enfrentamiento entre el Eurofighter y el Ferrari de Michael Schumacher se resolvió hoy por 2-1 a favor de la estrella de la tecnología militar europea en medio de un torrencial diluvio que amenazó con amargar el espectáculo.
Parecía una escena de la famosa película "Top Gun", mientras Michael Schumacher y Maurizio Cheli se preparaban para el primer recorrido recto de 500 metros. Concentrados esperando la señal de salida, el Ferrari parecía un juguete al lado del imponente Eurofighter Typhoon. Los aficionados, que esperaban desde las seis de la mañana, aguantaban la fuerte lluvia en el aeródromo militar de Grosseto.
Las respiraciones se cortan. El zumbido de los motores aumenta y con un acelerón potente los dos concursantes arrancan. Después de pocos segundos y una velocidad vertiginosa, el espectáculo se acaba. Estalla la alegría de los aficionados de la escudería Ferrari: "Schumi" ganó la primera carrera contra el enemigo más potente al que jamás se ha enfrentado.
Un poco después el "caballino rampante" y el jet supersónico se preparan de nuevo para el segundo y el tercer recorrido, de 900 y 1.200 metros. La concentración aumenta de nuevo y después de unos pocos minutos se conoce el vencedor de esta competición particular. El Eurofighter gana 2-1.
"Sin esta lluvia hubiera ganado el Ferrari", exclama un aficionado. "¡En el trayecto de 900 metros casi empataron!".
El piloto alemán de la escudería Ferrari, seis veces campeón del mundo, sonrió al salir del coche y se acercó a sus fans. "Fue una carrera fantástica, me faltaban sólo las alas para despegar". Su competidor, el piloto de pruebas y astronauta italiano Maurizio Cheli, confirma con entusiasmo: "Fue una experiencia emocionante".
El Eurofighter Typhoon es producto de la colaboración entre Alemania, Gran Bretaña, Italia y España. En el proyecto participaron más de 60.000 especialistas y está prevista la producción de unos 620 ejemplares.
Con un peso en vacío de 11.500 kilogramos y una envergadura de alas de 11 metros, parece un gigante al lado del Ferrari F2003-GA. El "peso mosca" rojo, con 605 kilogramos incluido piloto y gasolina, corría ligero sobre la pista mientras el jet se vio obligado a despegar después de 500 metros.
"Organizamos la carrera del modo más equilibrado posible, con un recorrido que en teoría podía ser elegido en favor del jet mientras el otro pudiera ser ventajoso para el Ferrari", dijo el general de la Fuerza Aerea italiana Sandro Ferracuti a la prensa. El ministro italiano de defensa, Antonio Martino, organizó personalmente el duelo y permitió cerrar para este espectáculo la base aeronáutica militar de Grosseto.
El reto es puro espectáculo y exhibición, pero también un poco de historia. Al fin y al cabo fue un avión de combate el que dio a la escudería Ferrari el símbolo del caballino rampante. El emblema decoró durante la I Guerra Mundial el avión del legendario piloto de combate italiano Francesco Baracca. La madre de Baracca pidió después de su muerte a Enzo Ferrari que usase el emblema para sus coches. "Il cavallino rampante" ya era negro desde el principio, y Ferrari sólo añadió el fondo amarillo, el color de su ciudad natal, Módena.