SANTIAGO.- A diferencia de las últimas tres temporadas, donde la salida de Mario Lepe (2000), la poda de jugadores por parte de Juvenal Olmos (2001) y el paso del entrenador a la selección; inquietaron el fin de año en Universidad Católica; la salida de Óscar Meneses fue, a todas luces, mucho menos traumática.
Es así como esta mañana, en conferencia de prensa, el renunciado entrenador cruzado aseguró que "terminado el partido con Colo Colo cuando quedamos eliminados, nos dimos el tiempo para conversar con Jorge (O'Ryan) y Andrés (Tupper). El club me dio la oportunidad de resolver y me pareció oportuno tomar la resolución de dar un paso al costado. Sería un desgaste adicional continuar esta situación y en estos momentos el club tiene el derecho de revaluar y replantear los objetivos que se fijaron".
Consultado si acaso su decisión se debe a la presión de la dirigencia cruzada, Meneses contestó golpeado: "Creo que he dado bastantes pruebas de que no soy una persona que se quebra con presiones externas. Insostenible es la muerte de un hijo, lo que pasó en la UC es parte del sistema".
Finalmente, incitado al mea culpa, el ex DT cruzado reconoció que "Arrepentirme es muy fácil. Lo importante en la vida es que cuando uno comete errores los asume. Si no, no crecería en mi desarrollo personal. Hay errores de todos los estamentos y obviamente que el jefe del área de fútbol tiene responsabilidad".
Más tarde comentaría que sus equivocaciones se vincularon al inicio de la campaña 2003, en especial la Copa Libertadores, donde Universidad Católica fue apeada en primera fase.