YOKOHAMA, JAPON.- Boca Juniors, de Argentina, se coronó campeón de la Copa Intercontinental de fútbol por tercera vez en su historial al vencer hoy a Milan, de Italia, 3-1 en definición por penales (1-1 después de 120’).
El héroe de la definición fue el arquero Roberto Abbondanzieri, quien detuvo los penales de Andrea Pirlo y Alessandro Costacurta, mientras que el holandés Clarence Seedorf tiró alto, por lo que sólo el portugués Manuel Rui Costa anotó para Milan, que frustró la ocasión de ganar su cuarta corona.
Para Boca marcaron Rolando Schiavi, Matías Donnet y, el definitivo, Raúl Cascini, mientras que el penal de Sebastián Battaglia fue atajado por el arquero brasileño Dida, en el estadio de Yokohama, ante unas 72.000 personas.
El danés Jon Dahl Tomasson a los 23’ para Milan y Donnet a los 28’, señalado como la figura del cotejo, habían marcado los goles en el primer tiempo de un partido dominado por la paridad y los nervios, con leve dominio italiano en los 90’, pero Boca mejor en los 30’ extras.
’’Este no es un triunfo sólo de Boca, sino de todo el fútbol argentino’’, expresó el DT Carlos Bianchi, primero que logra tres veces la Intercontinental, que había obtenido en 1994 con Vélez Sarsfield justamente ante Milan y en 2000 con Boca, frente a Real Madrid.
Boca había ganado el título también en 1977, mientras que Milan lo obtuvo en 1969, ’89 y ’90, pero perdió ahora cuatro finales: 1963, ’93, ’94 y 2003.
La juvenil estrella de Boca, Carlos Tevez, sólo ingresó al campo a partir de los 69’, mientras que el brasileño Kaká, quien estrelló un tiro en un poste, a los 29’, fue reemplazado a los 77’ por el portugués Manuel Rui Costa.
Un tiro desviado de Kaká a los 2’ marcó la primera acción ofensiva del partido, pero las primeras ocasiones de riesgo, que rompieron un partido hasta entonces equilibrado y aburrido, fueron creadas por Boca en apenas un minuto.
Efectivamente, a los 19’ fue primero Donnet quien remató solo tras recibir de un tiro libre y Dida sacó al corner su remate bajo y a un ángulo. El arquero brasileño se lució segundos después arrojándose otra vez a su derecha, cuando el zaguero Rolando Schiavi cabeceó de modo perfecto el tiro de esquina.
Cuatro minutos después, a los 23’, Milan abrió la cuenta de modo algo sorpresivo: Andrea Pirlo cortó un avance del brasileño Pedro Iarley en campo de Milan, por la izquierda, burló a Sebastián Battaglia y colocó largo pelotazo cruzado, Andriy Shevchenko dejó pasar y burló a Schiavi, lo que falicitó el ingreso libre de Tomasson, descuidado por el colombiano Luis Perea, para pasarle el balón por entre las piernas al arquero Roberto Abbondanzieri.
Pero la alegría de Milan duró apenas cinco minutos: a los 28’ fue el brasileño Cafú quien perdió el balón, Guillermo Barros Schelotto envió centro desde la izquierda, Iarley desvió en el aire, Dida manoteó a su derecha y Donnet, libre, marcó el empate con pierna izquierda.
Un minuto después, en el mejor momento del partido, Kaká tomó un rebote fuera del área y su tiro con efecto se estrelló en el poste izquierdo de Abbondanzieri, pero el empate final de la primera etapa terminó siendo justo, tras un juego muy parejo, con leve predominio de balón del equipo italiano.
Pero Milan ya se instaló como claro dominador desde el inicio del segundo tiempo, aunque con muy pocas chances claras en el área de Boca: a los 61’ Abbondanzieri tapó abajo frente a Paolo Maldini y a los 66’ fue Kaká quien tiró desviado al recoger libre un centro cruzado de Giuseppe Pancaro.
Milan ya había hecho ingresar desde los 59’ al goleador Filippo Inzaghi por Tomasson, mientras que el DT de Boca, Carlos Bianchi, demoró hasta los 72’ el ingreso de Tevez y lo hizo sólo después de que Barros Schelotto quedó lesionado tras un choque con Gennaro Gattuso.
Y a los 74’ Boca creó su primera ocasión de la etapa: otra vez Schiavi ganó cabeceando un corner y Donnet, también de cabeza, tiró al palo opuesto de Dida, pero el balón salió apenas alto. Milan, ya con el portugués Manuel Rui Costa por Kaká desde los 77’, siguió siempre con mayor dominio y posesión de balón, con Boca contragolpeando, en un partido apenas discreto, puro nervio.
La última situación de peligro en el tiempo reglamentario llegó a los 90’, cuando Iarley, de pobre segunda etapa, tocó corto para Tevez dentro del área y éste, descuidado por Maldini, disparó de primera, apenas alto.
Boca sorprendió a Milan en el inicio del alargue, pues, con Battaglia como figura, adelantó su mediocampo y se convirtió en dominador, pero sin que Tevez pudiera inquietar a Milan, que debió ingresar a Massimo Ambrosini por Gattuso, lesionado.
La primera ocasión de real peligro del alargue la creó entonces Milan, apenas preciso al área y Shevchenko paró con el pecho ganándole la posición a Schiavi, pero su remate fue salvado con un manotazo agónico por Abbondanzieri.
El juego siguió con más tensión que fútbol y a los 115’ Inzaghi quebró a Abbondanzieri anticipándose en un tiro libre de Pirlo, pero el tanto fue bien anulado, pues había marcado en clara posición adelantada.
La última acción fue de Boca, con Tevez sin poder controlar un balón aéreo desde el punto del penal y Schiavi tirando desviado en el rebote. No hubo tiempo para más y la final se definió por penales, donde el héroe fue Abbondanzieri.