En el "techo del mundo", a 8.848 metros de altura (Foto: Misael Alvial)
SANTIAGO.- Andrónico, ¿Por qué arriesgarse en una expedición como ésta? Le toma algunos segundos al empresario comenzar su respuesta. "¡Pucha, pero es una pregunta que tiene una respuesta relarga...!". Las risas son espontáneas entre quienes escuchan, a través de un teléfono conectado a dos parlantes, la voz cansada de Luksic desde Nepal, a horas de descender de la montaña más alta del mundo, el Everest.
Es el primer contacto que la expedición comandada por Rodrigo Jordán tiene con la prensa chilena para dar a conocer sus sentimientos tras conquistar la cima de la montaña.
Y el ánimo es bueno entre los chilenos. A pesar del cansancio y de una insistente tos (síntoma de un evidente resfriado), Luksic accede a responder varias preguntas. Porque él es el verdadero protagonista de un grupo que se animó, desde hace más de un año, a preparar el ascenso al Everest, gracias al financiamiento entregado por el empresario.
Y aunque algo contenido al comienzo, el vicepresidente del Banco de Chile, se soltó con sus respuestas tanto así que hasta llegó a comentar, según sus propias palabras, una "infidencia", cuando le preguntaron el momento de mayor peligro en la travesía.
"Los problemas más delicados fueron ayer y hoy (en el descenso desde la cumbre). La nieve estaba demasiado blanda y hoy tuvimos un percance muy grande que pudo haber sido muy delicado con Ernesto Olivares. Fue lo que más me impresionó y lo que más cerca estuvo de ser una tragedia. Una de las escaleras se dio vuelta, lateralmente, y este hombre quedó prácticamente colgando de una grieta bastante grande. Él está bien, está sano, pero eso fue lo que más me impresionó", contó el empresario.
Afortunadamente, aunque considerados, los riesgos no figuraron como una real preocupación para el equipo. "Uno no hace tanto cálculo en términos de lo riesgoso que puede ser", sostuvo Luksic, quien además realizó una irónica comparación para dar fe de sus palabras: "¿Por qué levantarse todos los días y andar en auto e ir a la oficina, si te podís sacar la cresta en la costanera?", preguntó.
Pero el respeto por la montaña siempre estuvo presente para la expedición. "Uno siempre siente miedo y respeto por la montaña. Mucho respeto y cuidado con lo que se está haciendo", afirmó Luksic.
A unos 20 minutos de llegar a la cima del Everest (Foto: Misael Alvial)
Luego de 57 días, donde se establecieron cinco campamentos y se trasladaron unos tres mil kilogramos de equipo y alimentos, la expedición hizo cumbre al mediodía del sábado 15 de mayo, justo 12 años después de que Rodrigo Jordán alcanzara la cumbre y se trasformara en uno de los primeros chilenos en alcanzar el "techo del mundo", a 8.848 metros de altura.
El mismo Jordán era ahora el jefe de la expedición, pero no llegó a la cumbre. Sí lo hicieron los sherpas Angi y Rama (los primeros en llegar, a eso de las 12:20 hora local, 02:15 en Chile), seguidos por Ernesto Olivares, Andrónico Luksic, Misael Avial, Annabelle Bond y Eugenio Guzmán.
Éste último, el más joven del grupo (27 años) afirmó estar "extremadamente contento por lo logrado". Lo mismo opinó Olivares: "Estamos muy, muy contentos, el equipo estuvo a la altura de lo esperado". Incluso Annabelle Bond se atrevió a deslizar algunas palabras en español: "Estoy muy contenta, muchas gracias".
Jordán cerró la breve comunicación telefónica, agradeciendo a los familiares y amigos y expresando su satisfacción por el logro. "Fuimos la primera expedición en llegar a la cumbre esta temporada y eso hay que considerarlo. Desde que llegamos nosotros, muchas expediciones utilizaron, y usarán, nuestras cuerdas para alcanzar la cima. Yo calculo que esta temporada más de 150 personas van a subir al Everest, todos utilizando las cuerdas que pusieron los chilenos".