ATENAS.- Muestren al mundo todo lo que son. Es una orden que abarca mucho, pero Grecia tendrá que cumplirla el viernes por la noche.
La apuesta no podría ser mayor para la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Atenas, una oportunidad única en la vida para mostrarle a miles de millones de espectadores alrededor del mundo que Grecia no descansa en los antiguos laureles.
Para Gianna Angelopoulos, presidenta del Comité Organizador de los Juegos de Atenas, es una oportunidad ideal para desterrar para siempre la imagen de indisciplinados que tienen los griegos.
"Por años, Grecia fue considerada un país de historia y patrimonio", dijo. "No queremos que los Juegos sean aceptables o buenos, queremos que sean muy buenos. Queríamos probar que podemos hacerlo".
"Al final cambiamos nuestro país. El mundo creía que los griegos no somos disciplinados, pero los Juegos generaron una manera de pensar diferente. La gente decidió ser competitiva, y era tiempo de que eso pasara".
Lois Jacobs, el productor británico que encabeza el equipo de 850 personas a cargo de la puesta en escena de la ceremonia inaugural, dijo que "esta es una oportunidad única para los griegos de decir quienes son".
Es tiempo de desterrar las imágenes de postal, de pastores con bigotes bailando el syrtaki y viudas arrojando platos.
En su lugar, la organización dará un lugar preponderante al fuego y el agua, los elementos arquetípicos que los filósofos griegos señalaron como la fuente de la vida, con un cometa estrellándose en el centro de un estadio inundado y los anillos olímpicos ardiendo en un lago gigante.
En algún momento las ceremonias inaugurales se destacaban por el protocolo y el paso formal de las delegaciones atléticas, pero ahora el mercadeo hace que se "vendan" las bellezas del país sede a todo el mundo.
Sydney desarrolló un colorido espectáculo, Barcelona fue estilo puro, Los Angeles convirtió a los Juegos Olímpicos en un hecho digno de Hollywood, y Atlanta mostró un espíritu comercial descarado.
Ahora, después de un siglo turbulento por guerras, ocupaciones, hambre y dictaduras, Atenas quiere mostrar su antiguo patrimonio y su cara moderna de manera conjunta.
El profesor en economía Loukas Tsoukalis dijo que "ningún país de este tamaño es sede de la olimpiada desde Finlandia en 1952. Será un gran desafío, y si se hacen las cosas bien, Grecia confirmará que se unió al club de los países avanzados".
