LONDRES.- España espera que la superficie de tierra batida que eligió para la final de la Copa Davis de tenis pueda amortiguar el poder de Estados Unidos en la serie de cinco partidos que definirá entre el viernes y el domingo al ganador del tradicional torneo por equipos.
El equipo español, campeón en 2000, escogió como anfitrión un escenario al nivel del mar y una superficie lenta favorable con la elección de Sevilla para recibir al tenista con el servicio más poderoso del mundo, Andy Roddick.
España tiene a dos ex números uno del mundo -Carlos Moyá y Juan Carlos Ferrero- para enfrentar a Roddick, el mejor de 2003 que está desesperado por terminar la temporada con éxito luego de ser relegado por el suizo Roger Federer en lo más alto del ranking de la ATP.
"Ninguno de nosotros ganó este año un título en torneos del Grand Slam", dijo Roddick sobre los integrantes del equipo estadounidense. "Así que realmente queremos compensar eso y terminar el año con algo especial".
"La Copa Davis es algo muy especial (...) ganarla para Estados Unidos con este joven equipo sería impresionante", agregó.
La última vez que los estadounidenses ganaron la llamada "Ensaladera de Plata" fue en 1995.
El compañero de Roddick en individuales, Mardy Fish, tratará de recuperarse de la dolorosa derrota que sufrió en agosto en la final olímpica de Atenas ante el chileno Nicolás Massú, mientras que Moyá se perdió la gran victoria española en la final del 2000 ante Australia.
"Va a ser muy emocionante, he estado soñando con este momento", dijo Moyá mientras se prepara para final, que comenzará el viernes con los dos primeros encuentros individuales.
"Al jugar en casa tenemos ventaja, pero ellos tienen un gran equipo. El ambiente va a ser fantástico", añadió el jugador oriundo de Mallorca.
La principal preocupación de España es el estado físico del valenciano Ferrero, quien ha sufrido un mal año, asolado por lesiones y dolencias.
Luego de su prematura eliminación del torneo bajo techo de Madrid, por la Serie Masters del circuito de la ATP, Ferrero se retiro del evento siguiente en París con la intención de reservar sus energías para la gran final de la Davis.
