VILLARREAL.- El Villarreal, dirigido por el chileno Manuel Pellegrini, afronta mañana ante al Dinamo de Kiev una de las pruebas más complicadas de su peregrinaje europeo, tras el 0-0 del partido de ida en Ucrania, aunque con la confianza de que la buena línea que ha mostrado en las últimas jornadas les permita seguir imbatidos en Europa.
Con la moral por las nubes tras una épica remontada en la liga española frente al Atlético de Madrid y su escalada hasta la quinta plaza de la clasificación, a sólo un punto de los cupos para la Liga de Campeones, el Villarreal recibe a un rival al que en el seno del equipo han calificado de duro y complicado.
En el Villarreal son conscientes de que el conjunto ucraniano será un escollo complicado en sus aspiraciones de mantenerse en la UEFA, porque consideran que el resultado de 0-0 del partido de ida es "engañoso" y apelan a la concentración para no recibir goles, porque, según destacaron, el empate sin goles les deja fuera.
Sin embargo, el cuadro español se aferra a las estadísticas para solventar su eliminatoria, pues aún no ha recibo ningún gol en El Madrigal en competición europea y la fortaleza como local que ha demostrado en la Liga y en Europa, donde tras un total de diecinueve partidos sólo ha perdido uno, le hacen concebir esperanzas.
Para afrontar este compromiso, el técnico chileno no podrá contar con el centrocampista argentino Sebastián Battaglia ni el defensa boliviano Juan Manuel Peña, que sufren diferentes molestias físicas y que dejarán sus puestos a José Moreno Verdú "Josico" y Quique Álvarez, respectivamente.
Ambos jugadores, lesionados en las ultimas semanas, se han recuperado de sus dolencias y tienen opciones de volver al once titular que disponga Pellegrini en El Madrigal.
Con ello, y respecto al último partido jugado en Kiev, el Villarreal presentará como principal novedad el regreso al equipo de Juan Román Riquelme, que descansó por decisión técnica en el último compromiso europeo.
En la punta de ataque, con la ausencia de Forlán porque no está inscrito, parece que Pellegrini dará continuidad a Luciano Figueroa y José Mari, titulares en el partido de ida en tierras ucranianas.
El Dinamo de Kiev necesita vencer o empatar con goles, tras el 0-0 conseguido en casa el 17 de febrero pasado. En opinión de los jugadores del Dinamo, el objetivo que planteado es alcanzable, porque "podría bastar un gol" para seguir vivos en la competición europea, según destacó el centrocampista croata, Jerko Leko.
"Es muy importante que en el primer partido no recibimos ningún tanto", recalcó el líder del ataque del Kiev, el internacional letón Maris Verpakovskis, que será una de las bazas del equipo ucraniano en su visita a El Madrigal.
Las opciones del Dinamo mucho dependerán de la recuperación del "cerebro" del equipo, el centrocampista Valentín Belkévich, quien en el encuentro de ida tenía fiebre, y el defensa Goran Gavrancic, afectado de una angina de pecho.
