MIAMI.- El chileno Fernando González fue eliminado hoy en la tercera ronda del torneo de tenis de Miami al perder un increíble partido ante el alemán Florian Mayer, que tenía encarrilado hasta que cuatro gotas cambiaron el panorama.
"Fue uno de los partidos más raros de mi vida", confesó a la agencia DPA un González que 40 minutos después de la derrota aún seguía sin explicársela. "No lo entiendo", afirmó.
Mayer se impuso por 7-6(3), 2-6 y 6-3 a González, decimoquinto favorito y que no había disputado aún ningún partido en Miami: quedó exento en primera ronda y en la segunda no se presentó por lesión su rival, el australiano Mark Philippoussis.
González arrancó como un ciclón en la cancha Grandstand, la segunda más importante, y se situó con 5-2 en el marcador. En ese momento la humedad en la isla de Key Biscayne no aguantó más y soltó unas gotas que interrumpieron el juego durante 37 minutos.
"Estaba jugando perfecto, me sentía muy bien", explicó después González sobre el comienzo del encuentro.
Llovió poco, pero lo suficiente para mojar las ideas al chileno. Al regreso, Mayer se recuperó y se apoderó del primer set en el tie break.
"No puedo decir que fue por la lluvia, porque fue igual para los dos", agregó el chileno. "Pero sí pareció que me afectó mucho, porque de estar ganando cómodamente pasé a perder".
El chileno "retornó" y ganó sencillo el segundo set, pero Mayer tenía ya la confianza necesaria. Se marchó un break arriba pronto en el tercer set y lo mantuvo para obtener una nueva victoria ante un cabeza de serie, tras eliminar en segunda ronda al alemán Nicolas Kiefer, preclasificado número 22.
La derrota le costará cara a González en el ranking. Hasta ahora ocupaba el puesto 16, pero perderá algunos puestos dado que defendía las semifinales del año pasado.
"Me voy con una sensación horrible, porque siento que debía haber ganado en dos sets", sentenció González, que ni siquiera quería comentar lo ocurrido con su entrenador, el argentino Horacio de la Peña. "Hablamos, pero de otras cosas, del partido no".
