ROMA.- Todas las competiciones deportivas de este fin de semana en Italia, entre ellas la trigésima jornada de la liga de fútbol, han quedado aplazadas ante la gravedad del estado de salud del papa Juan Pablo II.
La decisión, adoptada este mediodía por el presidente del Comité Nacional Olímpico Italiano (CONI), Gianni Petrucci, tiene carácter inmediato y se considera una señal de respeto hacia el Papa, cuyas condiciones en las últimas horas se han agravado notablemente.
Los encuentros de la trigésima jornada de la Primera división italiana de fútbol que se debían haber disputado hoy, sábado, eran Fiorentina-Juventus Turín, Lazio-Livorno, Bolonia-Inter de Milán y Milán-Brescia.
Asimismo, se tenía que disputar la trigesimosegunda jornada de la Segunda división (Serie B).
El CONI ya había realizado ayer una invitación a los deportistas para que hiciesen una pausa de "plegaria y meditación" antes del inicio de todas las competiciones deportivas en este fin de semana.
Algo que, por ejemplo, ya se realizó en el partido Césena-Arezzo (0-1) disputado anoche y adelantado de la trigesimosegunda jornada de la "Serie B" italiana de fútbol.
Asimismo, el CONI había expresado su intención de suspender toda competición deportiva este fin de semana si se anunciaba la muerte del Papa.
Una suspensión que este mediodía ya ha decidido, pese a que aún no se haya producido la muerte del Pontífice.
La última declaración realizada este mismo mediodía por el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, en la que ha calificado el estado de salud del Papa de "gravísimo" y ha indicado que Juan Pablo II ha comenzado a perder la consciencia, ha sido suficiente para que el presidente del CONI haya tomado la decisión de aplazar todas las manifestaciones deportivas en Italia.
La nota oficial del CONI justifica su decisión en los últimos datos médicos, que predicen "el inevitable e inminente fin del Santo Padre", así como en "el respeto de los sentimientos de los deportistas, de los técnicos, de los dirigentes y de los aficionados".
