SANTIAGO.- Podría haber seguido los pasos de su tío, el futbolista Miguel Angel Nadal, ex figura de Barcelona y la selección española, pero los zapatos y el balón los cambió por una raqueta y una pelota más chica.
Así, Rafael Nadal Parera se acercó a otro tío, Toni, y a los cinco años ingresó por primera vez a una cancha de tenis en Mallorca. Trece años después puede decir que no se equivocó en la elección de tío y deporte.
Con apenas 18 años (cumple los 19 el 3 de junio), el jugador nacido en Manacor, la segunda isla más grande de Mallorca, se ha transformado en figura de la temporada del tenis ATP. Hace un par de semanas ya se subió al carro del protagonismo tras al alcanzar la final del Masters Series de Key Biscayne, donde cayó ante el número uno del mundo, el suizo Roger Federer. Hoy es "el" actor principal tras doblegar al argentino Guillermo Coria en Montecarlo.
Nadal se convirtió en el campeón más joven en Mónaco desde que Mats Wilander ganó el torneo con tres meses menos que él en 1982. Y, de paso, ha confirmado su favoritismo para Roland Garros (23 de mayo).
El oriundo de Manacor es la gran esperanza del tenis español. Sobre él están depositadas todas las confianzas de seguir los éxitos de la generación liderada por Juan Carlos Ferrero, uno que poco a poco vuelve a su nivel luego de superar largos meses plagados de lesiones. Y buena parte de esta responsabilidad se la ha ganado él mismo con sus buenos resultados desde que debutó en el profesionalismo en 2001.
La de 2003 fue la de su salida del anonimato: ganó dos torneos challengers (Barletta y Segovia), alcanzó cuatro finales de la misma categoría y se dio el lujo de apear a su compatriota Fernando Vicente (52° del mundo en aquella época) en la primera ronda del US Open.
En 2004 ganó su primer torneo del circuito ATP al derrotar en la final de Sopot al argentino José Acasuso. Además, fue finalista en Auckland (perdió con el eslovaco Dominio Hrbaty), mientras que ganó el título de dobles en Chennai, junto a su compatriota Tommy Robredo. También debutó en el equipo español de Copa Davis.
Pero sin duda que es en 2005 donde ha corroborado todo su potencial. Su tenis está basado en la constancia, en no dar ningún punto por perdido y en no temer a ningún rival. Al contrario que muchos de sus compatriotas, no sólo brilla en la arcilla. Lo demostró en la prueba junior de Wimbledon 2002, cuando llegó a las semifinales. Un año después, ya con los "adultos", se plantó en la tercera ronda.
Después de su victoria sobre Coria en Montecarlo, Nadal redondeó una campaña con 30 victorias y seis derrotas y se erige como uno de los favoritos para Roland Garros.
"De momento no pienso en París, antes tengo tres torneos en Barcelona, Roma y Hamburgo y luego ya pensaremos en Roland Garros. El objetivo son estos torneos", dijo.
