LISBOA.- El Sporting de Lisboa, de los chilenos Mauricio Pinilla y Rodrigo Tello, afronta mañana una ocasión única. Ante su público, en Lisboa, en su estadio y ante el CSKA de Moscú se jugará en 90 minutos lograr la Copa de la UEFA, su primer título europeo en los últimos 41 años y el segundo de su historia.
El único galardón que ostenta el equipo lisboeta data de 1964, cuando batió al MTK Budapest para ganar la ahora extinta Recopa de Europa para campeones de Copa.
El último equipo en ganar la Copa de la UEFA en su propio estadio fue el Feyenoord en 2002, al batir al Borussia Dortmund alemán por 3-2 en el estadio De Kuip de Rotterdam.
El Sporting es el gran favorito y el técnico, José Peseiro, advierte del peligro. "Es un partido entre un equipo que no tiene nada que perder y otro que tiene todo por perder. Sobre nosotros hay una gran presión", dijo contundente el preparador.
Pero el precedente del Feyenoord no es el único favorable. Sólo la Roma fracasó en casa ante el Liverpool en la final de la Copa de Europa en 1984. "Ya sueño con tener la Copa entre mis manos", anhela el capitán del cuadro portugués, Pedro Barbosa.
El Sporting no llega en el mejor momento después de perder el pasado fin de semana el título de la liga portuguesa tras su derrota 1-0 ante el Benfica, a la postre campeón cuando falta aún una jornada por disputarse.
El presidente del club, Antonio Dias da Cunha, asistió al lugar de concentración del equipo verdiblanco para animar a sus pupilos, afectados por la frustración de perder el título de liga. El delantero chileno del Sporting, Mauricio Pinilla, es consciente también de la presión que habrá en el partido en el estadio José Alvalade, que registrará un lleno total con 45.000 espectadores.
"Nuestros fans nos piden la Copa y no podemos decepcionarles", aseguró Pinilla.
Los lisboetas recuperan a su goleador, el brasileño Friedson, máximo artillero de la liga portuguesa con 25 tantos y ausente en el duelo ante Benfica. En su camino a la final, Liedson anotó nueve goles y formará el ataque junto a Hugo Viana, a préstamo por el Newcastle inglés, con la intención de abrir la defensa rusa.
El CSKA, por su parte, ya sabe lo que es eliminar a un equipo portugués. Venció al Oporto en la primera fase de la Liga de Campeones y eliminó al Benfica en la tercera ronda de la Copa UEFA, por lo que de ganar al Sporting se convertirían en el gran azote del fútbol portugués.
Pero si el Sporting tiene que aguantar la presión de jugar de local, el equipo moscovita tendrá que soportar la pesada carga de la historia. Es el primer equipo ruso que alcanza una final de la Copa de la UEFA y el primero en llegar a una final europea, desde que el Dinamo de Moscú perdió la Recopa ante el Glasgow Rangers escocés en 1972.
Desde la época soviética ningún equipo ruso ganó un título. Sólo el Dinamo de Kiev ucraniano (1975 y 1986) y el equipo georgiano del Dinamo de Tiflis (1981) lograron ganar la Recopa.
La derrota 1-0 el fin de semana ante el Zenit de San Petersburgo en las semifinales de la Copa rusa no fue la preparación ideal, pero a su favor cuenta el hecho de que jugaran la mayor parte del partido con diez por expulsión del delantero brasileño Vagner Love.
Los rusos se sacuden la presión y se la ceden por completo a los portugueses. "Por supuesto que es una ventaja jugar ante el público propio, pero nosotros somos lo suficientemente buenos y podemos ganar el trofeo", aseguró Love.
El CSKA no podrá contar con el centrocampista Eugeni Aldonin, que vio la tarjeta amarilla en las semifinales frente al Parma, por lo que tendrá que cumplir sanción.
Será el decimonoveno partido de competición europea para los moscovitas esta temporada. El equipo, patrocinado por la firma petrolífera del multimillonario Roman Abramovich con 18 millones de dólares anuales, jugó la fase de clasificación de la Liga de Campeones en julio del pasado año. Mañana en Lisboa quieren coronar ese largo trayecto con el título.
"Podemos ser la Grecia de la Copa de la UEFA. Queremos repetir lo que hizo Grecia en la final de la Eurocopa contra Portugal", deseó el brasileño del CSKA Daniel Carvalho, compañero en el ataque de Vagner Love.
