MIAMI.- El Heat de Miami y los Pistons de Detroit están a un partido de hacerse con un puesto en la final de la NBA, luego de seis juegos intensos en los que no se vislumbra un claro favorito.
Muchas esperanzas estarán posadas sobre salud de Dwyane Wade, que pudiera desempeñar un papel definitivo en el futuro inmediato del técnico del Heat, Larry Brown.
Sin saber si estará disponible o no para el séptimo juego de las finales de la Conferencia Este el lunes, si el mejor anotador del Heat juega, esto podría ser un factor importante para asegurarse que Brown no esté piloteando su último juego.
El ganador del partido del lunes disputará el cetro de la NBA ante los Spurs de San Antonio, mientras que el perdedor tendrá todo el verano para ponderar qué le salió mal.
En el caso de Brown, él se dirigirá a la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, en cuanto termine la temporada para los Pistons, ya sea el martes o el 24 de junio — para ser tratado de un problema de salud derivado de una operación de la cadera. Si los cirujanos no lograr corregir el problema, Brown se retirará.
Así que hay mucho en juego para ambos equipos, pero especialmente para el técnico de 64 años.
"Yo le dije a mi esposa antes del juego que existía la idea de que éste pudiera ser su último partido", dijo Brown el domingo antes de viajar a Miami. "Así que espero que sigamos jugando", agragó.
No hubo un reporte oficial el domingo sobre si Wade jugará. El atacante sufrió una lesión muscular en el torso y en principio estaría disponible para el encuentro más importante en la historia de la franquicia.
El agente de Wade, Henry Thomas, dijo que la decisión de jugar en el sexto partido fue tomada luego que Wade consultase con el personal médico del Heat. Thomas dijo que Wade se estaba "sintiendo mejor" el domingo, pero que era "demasiado pronto para saber" si jugará el lunes en la noche.
Detroit jugó su mejor partido de la serie el sábado para derrotar a Miami 91-66 y emparejar la contienda a tres triunfos por bando.
