AUBURN HILLS, EE.UU.- Los primeros cuatro partidos de la serie final de la NBA fueron tan desequilibrados, que aunque la serie estuvo empatada 2-2, muchos observadores pensaron que faltaba algo de dramatismo en la lucha por el título, pero la emoción apareció en el quinto encuentro.
Robert Horry anotó el domingo un triple a falta de 5,8 segundos para el final del partido y dio a San Antonio Spurs una victoria de 96-95 sobre Detroit Pistons, en un partido que cambió de líder 12 veces y estuvo empatado otras 18.
Esto fue más que suficiente drama para todos aquellos que sentían el partido en la espina dorsal, con la serie volviendo a San Antonio y los Spurs liderando por 3-2 en la serie al mejor de siete encuentros.
"Fue un partido bueno para ver. Fue una lucha encarnizada, dos equipos batallando furo, y fue divertido jugar", dijo Horry, quien aportó el triple decisivo tras recibir un pase bajo presión del argentino Emanuel Ginóbili.
Fue divertido para los Spurs, que necesitaban una victoria después de dos miserables actuaciones en el Palacio de Auburn Hills, donde la serie había quedado empatada 2-2.
"Fue duro", dijo, por su parte, el entrenador de Detroit, Larry Brown. "Fue un partido endiablado, y hay que darles crédito (a los Spurs). Este es el tipo de partido en el que odias ver perder a alguien", aseguró.
Un gran partido
Tayshaun Prince, escolta de los Pistons, estuvo de acuerdo con su entrenador. "Obviamente es duro poner en tus espaldas una derrota como ésta", dijo Prince. "Pero tenemos que responder. Nosotros lo permitimos y ellos se nos escaparon", agregó.
Después de un empate en tiempo regular, los Pistons lideraron el marcador por cuatro puntos al principio de la prórroga antes de que los Spurs volviesen a meterse en el partido.
El entrenador de San Antonio, Gregg Popovich, dijo que fue un partido magnífico para ver y estaba satisfecho con la recuperación de su equipo tras haber perdido por un categórico marcador de 102-71 en el cuarto partido.
"Creo que se ayudaron unos a otros", dijo Popovich sobre sus pupilos. "Fue un gran partido de baloncesto", agregó.
Ahora los Pistons tienen que remontar el partido perdido y intentar encontrar el camino para vencer el martes en San Antonio, donde no pueden ganar desde hace una década.
"No hemos ganado allí en mucho tiempo", admitió Brown. "Pero tenemos que encontrar la manera de conseguirlo", concluyó.
