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Wimbledon: Sharapova vuela con sus zapatillas de oro

El modelo que utilizó la tenista rusa en su debut tiene incrustaciones de oro de 18 quilates a los lados y están avaluadas entre 600 y 900 dólares.

21 de Junio de 2005 | 12:37 | EFE
LONDRES.- La rusa María Sharapova acaparó de nuevo las miradas en la pista central, donde su saque demoledor, su potencia física arrolladora y unas deportivas doradas muy particulares anularon a la española Nuria Llagostera.

Como ya sucedió en una conferencia de prensa anterior, la favorita volvió a centrar la atención, pero esta vez en la pista, con un tenis impecable y hoy, además, tocada con un vestido blanco de adornos anaranjados y unos deportivas especiales, con incrustaciones de oro de 18 quilates a los lados y valoradas entre unos 600 y 900 dólares.

Con estas peculiares zapatillas, de las que la jugadora tiene diez pares, Sharapova pretendía, dijo, "distraer" a su rival, un objetivo que finalmente parece cumplido. Quizá era predecible. Junto con su potente saque, su altura (1,83 metros), "es muy larga", comentó Llagostera, y los atributos que le llevaron a ganar Wimbledon la pasada edición, la rusa superó con nota la primera prueba del torneo.

"Ahora sólo necesito alas y tengo la sensación de que puedo echarme a volar. Me siento bien con ellas. Son una deportivas geniales", comentó, entre risas, la jugadora, tras el duelo que despidió a la española.

Precisamente, el llamativo calzado que gasta la rusa le ha valido, "muchísimos piropos", aunque debido a su valor, más de uno ha ofrecido también "una caja fuerte".

A la española Llagostera le costó seguirle el juego a su oponente. Nuria perdió con ella también en Roland Garros y hoy se lamentó precisamente de la diferencia física entre ambas jugadores y destacó las "piernas y brazos largos" de su rival.

Sharapova, por su parte, admitió que estas cualidades innatas contribuyen a mejorar su juego, pero recordó que existen también otros factores que ha tenido que desarrollar a base de mucho esfuerzo.

"Soy una chica alta y he crecido muy rápido en poco tiempo, de eso hace como dos o tres años. Pero me llevó tiempo acostumbrarme a mi cuerpo. Aún tengo que moverme muchísimo mejor. Y en cuento a la fuerza, a veces tengo la sensación de que mi brazo es como el cuello de un cisne, muy débil", explicó.

Las frecuentes visitas al gimnasio, así como "trabajar ciertos músculos" han ayudado a la jugadora a mejorar su saque, aunque María aún quiere desarrollar su consistencia.

En la pista central, Llagostera, quedó, sin embargo, impresionada con el magistral servicio de la rusa y se quejó de que la segunda favorita sacara "muy bien" y de que "llegara" a todas las bolas.

La hierba es territorio de Sharapova. Lo recordó también la mallorquina, que se vio las caras con la campeona de Wimbledon en los octavos de final de Roland Garros. Entonces, el duelo con la española "fue totalmente diferente, obviamente", recordó la rusa. "El ritmo de la pista aquí es distinto. Y creo que ella tuvo bastantes problemas con esto", añadió.

Es, sin duda, un buen comienzo para María, que también rememoró los momentos de gloria de la final del pasado año, en este mismo escenario, cuando alzó el trofeo tras derrotar a la estadounidense Serena Williams.

Esa fue una de las grandes sensaciones que experimentó al salir a la pista. "Fue increíble. Salí sonriendo y normalmente no vas con una sonrisa cuando sales a jugar. Pero la gente está ahí, aplaudiendo. Y tú estás ahí y te acuerdas del año pasado. Ahí es donde me pasó todo esto tan mágico, supongo. Así que fue estupendo volver a sentir todo esto de nuevo", dijo.

En cualquier caso, la tenista es consciente de que representa una de las grandes amenazas del torneo, situación que asume con deportividad: "Todo el mundo está intentando vencer a la número dos del mundo. Es algo absolutamente normal. Pero yo simplemente salgo a la pista y no me importa a quién tenga delante o cuántas ganas tienen de derrotarme, porque a mí me ocurre lo mismo".
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