ROMA.- Los encuentros que se disputen entre el martes y el próximo domingo en la Copa y la liga italianas, comenzarán con cinco minutos de retraso, como protesta por los actos racistas en los campos de fútbol, el último de los cuales se produjo ayer en el duelo Messina-Inter de Milán (1-2).
Asimismo, los jugadores saltarán al terreno de juego con una pancarta, que llevarán hasta el centro del campo, en la que figurará la frase "NO al racismo".
Ambas medidas han sido adoptadas por la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), ante lo acontecido al defensa Marc André Kpolo Zoro, del Messina, objeto de coros racistas por un parte de algunos seguidores del Inter de Milán.
En el minuto 65, cansado de los cánticos, Zoro cogió el balón entre las manos y se dirigió hacía la banda donde estaba el cuarto árbitro para solicitarle que parase el partido.
En su camino hacía la banda, a Zoro se le acercaron los interistas Adriano, brasileño, y Obafemi Martins, nigeriano, ambos también de raza negra, quienes intentaron calmarle y, sobre todo, para que cambiara su intención de abandonar el campo.
Zoro, tras un par de minutos, decidió volver al terreno de juego, con lo que continuó el partido.
"He recibido insultos en muchos partidos del campeonato, pero ya hoy, y en nuestra casa, no podía más. Los jugadores interistas me hicieron ver que de seguir en mi postura el partido se tenía que volver a jugar, que iba a haber problemas, además de pedirme disculpas en nombre de sus aficionados y decirme que me entendían bien, que ellos lo habían sufrido en otras ocasiones y que irían ellos a pedirles que se callaran. Por ello, decidí seguir", dijo Zoro al término del encuentro.
Se da la circunstancia de que el Inter, que el pasado miércoles en Liga de Campeones salió con once jugadores extranjeros, este domingo lo hizo con diez (sólo Favalli es italiano) y además en sus filas hay varios jugadores de raza negra.
El Inter de Milán, asimismo, por medio de su presidente, Giacinto Facchetti, ha solicitado excusas públicas a Zoro por el pésimo comportamiento de su afición.
Por su parte, la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) decidió abrir una investigación sobre lo acontecido en Messina.
El caso ha levantado un gran revuelo en Italia, donde la mayoría aplaude el gesto de Zoro, pero se ha abierto un debate sobre si es necesario o no, ante este tipo de comportamiento racista, parar los partidos o si se le debe dar o no publicidad a lo acontecido.
Marcello Lippi, seleccionador nacional italiano, ha considerado este episodio de racismo como "insultos contra natura": "Existe una sola raza, y es la de los humanos", apuntó este lunes.
