MADRID.- El díscolo Antonio Cassano se puso por primera vez la camiseta del Real Madrid con el número 19 y reconoció que se cumplió su sueño. Y como primer guiño al club, prometió cambiar su polémica personalidad para emprender una nueva vida en el equipo blanco después de firmar hasta 2010.
"Estoy aquí para acallar tantas etiquetas que me han puesto, para cambiar mi carácter. Quiero demostrar que mi fama no se corresponde con mi verdadera personalidad. Estar aquí es un sueño y deseo agradecer tanta confianza mostrando mi mejor lado", declaró el italiano nada más ser presentado como nuevo jugador del Real Madrid ante 400 hinchas.
Emilio Butragueño, vicepresidente de la entidad, fue la única personalidad destacada del club que estuvo al lado de Cassano. A la cita faltaron Alfredo di Stéfano, por sus conocidos problemas de salud, y Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, que permanece de vacaciones.
El club blanco también se refirió a la controvertida personalidad del italiano y sugirió un cambio. "Ser jugador del Real Madrid exige máxima entrega, tanto dentro como fuera del campo", manifestó Butragueño en lo que se entendió como todo un aviso.
A Cassano se le vio sinceramente emocionado, como si admitiera que está ante el mayor reto de su vida, que quizá cambie su carrera deportiva. "Es un sueño hecho realidad. Una cosa es decir 'quiero jugar en el Real Madrid' y otra es ponerse su camiseta. Llego al club más prestigioso del mundo, no puedo pedir más", declaró.
Estas palabras sonaron muy meditadas, como si alguien le hubiera descrito qué tipo de cosas le gusta escuchar a Pérez, quien bendijo su contratación, y a la hinchada madridista.
Cassano se convierte en el segundo jugador italiano en vestir la camiseta blanca, sucediendo así al lateral Christian Panucci, quien estuvo en el Real Madrid entre 1996 y 1999. Precisamente, una de las notas más significativas de la presentación de Cassano fue la presencia de decenas de periodistas italianos.
El nuevo jugador madridista recordó su estancia en la Roma y, sobre todo, sus tres años junto a Fabio Capello, un entrenador que suena para el futuro en el Real Madrid. "Fue un padre para mí. Con muchos técnicos tienes una relación de profesional a jugador, pero él fue como un padre", reveló.
Aunque no trascendieron las cantidades del traspaso, se estima que el Real Madrid pagó a la Roma, su club de origen, unos 5,5 millones de euros (6,6 millones de dólares), una cantidad mayor de lo que parece, pues el club blanco firmó a un futbolista que quedaba libre al final de la temporada.
Además, Cassano tendrá un contrato de altura, con 4,5 millones de euros (5,4 millones de dólares). Es un sueldo "galáctico", un término que es del agrado de Cassano, según dijo. "Me gusta esa expresión, aunque tendré que demostrar en el campo si merezco ese calificativo", manifestó.
Ahora llega el turno de conocer si las intenciones de Cassano son reales. Necesita demostrar que es un gran talento y, también, que es un hombre capaz de convivir en un vestuario de alto nivel. El italiano apuesta fuerte: "Estamos obligados a ganarlo todo", concluyó.
