BERLÍN.- La principal organización alemana defensora del consumidor sacó una "tarjeta roja" en términos de seguridad a cuatro de los estadios en los que se disputará el Mundial de Alemania 2006, algunos de los cuales ni siquiera cumplen las prescripciones de la FIFA.
Según un estudio presentado en Berlín por la organización Stiftung Warentest, el Estadio Olímpico de la capital alemana, el Veltins-Arena de Gelsenkirchen y el Zentralstadion de Leipzig registran "notables deficiencias de seguridad" en su construcción, por lo que se podrían convertir en una "trampa mortal" en caso de desatarse una situación de pánico.
Mientras, también se constataron "notables deficiencias" en relación a la protección antiincendios en el Estadio Fritz Walter de Kaiserslautern. Otros cuatros estadios, los de Hamburgo, Fráncfort, Stuttgart y Dortmund acusan además "deficiencias manifiestas" de seguridad, según el estudio que aparece publicado en el número de febrero de
Test, revista editada por la organización.
Stiftung Warentest afirmó por ello que dos terceras partes de los estadios que albergarán los partidos de la Copa del Mundo no cumplen las directrices de seguridad de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA). Las mejores notas las recibieron los estadios de Hannover, Núremberg, Colonia y Múnich.
Pese a las deficiencias de seguridad puestas de manifiesto por el informe, el Comité Organizador aseguró que los estadios son más que apropiados para albergar el Mundial. "Quedamos en lo que ya afirmamos anteriormente. Nuestros estadios son seguros", dijo Horst R. Schmidt, vicepresidente del comité. "La seguridad de los espectadores no está de ninguna manera en peligro durante partidos de la Bundesliga y por lo tanto tampoco lo estará en partidos del Mundial", agregó.
El director de la revista
Test, Hubertus Primus, explicó que los expertos de la organización analizaron principalmente la seguridad de los estadios en el caso de una situación de pánico. Según Primus, las avalanchas humanas son poco probables, pero no se pueden descartar.
"Los estadios de fútbol se encuentran entre los lugares de reunión más peligrosos. En todo el mundo se han producido desde la Segunda Guerra Mundial más de 60 accidentes graves con 1.500 muertos y 10.000 heridos. En muchos de estos casos se produjo una situación de pánico", dijo el alemán en rueda de prensa. "En una situación de pánico, la masa corre despavorida hacia adelante. Las personas en la masa son arrastradas. Los obstáculos se convierten en una trampa peligrosa", añadió.
Holger Brackemann, responsable del estudio, explicó que en situaciones así el público corre hacia el terreno de juego, razón por la cual las prescripciones de seguridad de la FIFA, la UEFA y las autoridades alemanas prevén puertas de emergencia que permitan el acceso de los aficionados al campo.
Sin embargo, según Brackemann, los estadios de Berlín, Leipzig y Gelsenkirchen carecen completamente de dichas puertas. En el caso del Estadio Olímpico de la capital, que albergará la final del Mundial el 9 de julio, existe incluso un foso de tres metros de profundidad que separa el terreno de juego de las gradas. "En una situación de pánico, una catástrofe está ya programada de antemano", afirmó.
Según el experto, en otros estadios, como los de Fráncfort, Hamburgo o Kaiserslautern, los peldaños en las gradas tienen muy poca longitud o son muy estrechos entre sí, pudiendo conducir a resbalones y caídas en caso de evacuación. Otros aspectos en los que se fijó el estudio fue la existencia de objetos que pueden ser lanzados en caso de disturbios (asientos, papeleras, etc.) y la protección contra incendios.
Pese a las malas notas recibidas por algunos estadios, los representantes de Stiftung Warentest pidieron que no cunda el pánico en torno a la seguridad del evento. "El Mundial puede celebrarse. Podemos ir a los estadios. Pero tiene que pasar todavía algo para que seamos unos buenos anfitriones", dijo Brackemann.
Por ello, la organización exigió a la FIFA correcciones en los estadios en los cinco meses que quedan hasta el Mundial, tales como la construcción de salidas de emergencia al campo en aquellos lugares en los que faltan o la instalación de pasamanos en las escaleras de algunas gradas para evitar resbalones.
El ministro de Interior, Wolfgang Schaeuble, llamó a no caer en la histeria y se ofreció a analizar los resultados del estudio junto con el Ministerio de Obras Públicas y las autoridades locales. Mientras, el comité deportivo del Parlamento pretende analizar la próxima semana el informe. Su presidente, Peter Danckert, dijo que se debe hacer todo lo posible para mejorar los estadios. "Estoy sorprendido por la longitud de la lista de deficiencias", añadió.
El Comité Organizador prevé que el estudio dañe la imagen de Alemania como anfitriona del Mundial, pero no espera críticas por parte de la FIFA. "Hablé ayer con el secretario general de la FIFA, Urs Linsi, y él me dijo: 'Que no cunda el pánico. Confiamos en que solucionen las cosas'", afirmó.
En diciembre, el presidente de la federación mundial, Joseph Blatter, se expresó de manera crítica tras encontrar deficiencias en los estadios de Fráncfort, Kaiserslautern y Núremberg y anunció una inspección de la FIFA para los próximos meses.
Stiftung Warentest, con más de 40 años de existencia, es un instituto independiente dedicado a analizar la calidad de productos y servicios ofrecidos en Alemania. Se financia principalmente por la venta de sus revistas, además de por subvenciones estatales, y es una de las instituciones más populares de Alemania. Es considerada por los consumidores como una instancia incorruptible.
Sin embargo, ya antes de la publicación de los resultados, el presidente del Comité Organizador del Mundial, Franz Beckenbauer, descalificó a los expertos de la organización como "sabelotodos" y dijo que deberían limitarse a realizar análisis de cremas faciales, aceite de oliva o aspiradoras.
