EL CAIRO.- El anfitrión Egipto arrancó hoy con el pié derecho en la Copa de África, al superar por 3-0 a Libia en el partido inaugural del torneo, cuya vigésimo quinta edición se inició hoy ante unos 65.000 entusiastas espectadores.
Los "faraones" dominaron a voluntad el partido ante un rival que ofreció poca resistencia y que terminó cayendo de modo contundente en la apertura del Grupo A, por el que mañana chocarán Costa de Marfil y Marruecos.
Egipto, ganador de cuatro ediciones del torneo (1957, '59, '86 y '98) marcó diferencias en apenas 22 minutos y lo hizo con goles de Mido a los 17' y de Abo Treka, cinco minutos después, de tiro libre.
El capitán Ahmed Hassan sentenció la suerte del partido a los 78', al capitalizar un rebote que concedió el arquero tras desviarle un penal a Mido, que pese a malograr su remate desde los doce pasos demostró sus grandes condiciones.
También brilló el capitán Hassan, quien jugó su partido 114 con la selección nacional, y demostró ser un buen director de orquesta dentro de la cancha, donde también tuvo una destacada actuación el juvenil delantero Amr Zakim de 22 años.
Egipto dejó bien sentada su condición de favorito, pese a haber fracasado en su intento por jugar el Mundial de Alemania de este año, y lo hizo en medio de un imponente operativo de seguridad para desalentar el riesgo de atentados en el Estadio Internacional de El Cairo, al que concurrió el jefe de Estado, Hosni Mubarak.
Libia, en tanto, quedó en deuda con el fútbol y deberá mejorar mucho en esta Copa de África, en la que mañana saldrán a la cancha dos de sus máximas estrellas: Didier Drogba, de Costa de Marfil, y Samuel Eto'o, de Camerún, que debutará ante Angola en el Grupo B.
En la misma zona que los "Leones Indomables", jugarán Togo y República Democrática del Congo, en tanto que el Grupo C dará comienzo el domingo con los choques: Sudáfrica-Guinea y Túnez-Zambia.
La nueva edición de la Copa de África se inició con la fiesta inaugural, en la que no faltaron los fuegos artificiales y hasta hubo paracaidistas que descendieron sobre el campo de juego del Estadio Internacional enfundados en las banderas de los 16 países participantes en el torneo y de la FIFA.
La coreografía, como era de esperar, estuvo orientada a la época dorada de los faraones, en un festejo que se extendió por cerca de una hora y en la que, por cuestiones de salud, no participó el titular de la FIFA, Joseph Blatter.