PARíS.- El esquiador estadounidense Bode Miller, que decidió no competir en las pruebas de este fin de semana de la Copa del Mundo para afinar su preparación de cara a los Juegos Olímpicos de Turín, que empiezan el próximo 10 de febrero, y aislarse de los medios de comunicación, vuelve a estar en el centro de la polémica despues de acusar a Barry Bonds y Lance Armstrong de doparse.
"Actualmente, si quieres hacer trampas, puedes: Barry Bonds y todos esos chicos son conscientes de estar haciendo trampas, pero hay todo tipo de lagunas jurídicas", indicó Miller. "Si dices que es algo ’intencionado’, haces lo mismo que Armstrong y todos esos chicos, cuando cada mañana sus doctores les dan una caja de píldoras y ellos no preguntan nada, simplemente se las toman", añadió.
El agente de Bonds, Jeff Borris, no quiso hacer ningún comentario. Además, elportavoz de la Asociación Estadounidense de Esquí y Snowboard, Tom Kelly, afirmó que no iban a responder al esquiador. Miller, que detesta ser el centro de la atención de los medios de comunicación, lleva toda la temporada en el centro de la polémica por sus sinceras declaraciones a la prensa.
Bonds testificó ante un gran jurado federal en 2003 que tomó sustancias prohibidas que le facilitó un entrenador, implicado en una red de distribución de esteroides, pero aseguró que no lo sabía. Armstrong también ha estado siempre cercado por rumores que le vinculan con el dopaje, incluidas las pruebas hechas públicas por el diario francés ’L’Equipe’ el pasado verano, pero el siete veces campeón del Tour de Francia nunca ha dado positivo y siempre ha defendido su inocencia.
Miller aseguró estar preocupado por la posibilidad de que alguien le acuse de abuso de sustancias dopantes. El pasado mes de octubre, enfureció a las instancias del esquí al abogar por la liberalización del dopaje y fue multado el pasado mes por no someterse a un control de botas en un eslalon de la Copa del Mundo.