VIÑA DEL MAR.- Ya está. Lo que todos esperaban en el ATP de Viña del Mar, desde que se realizó el sorteo hace ya casi una semana, al fin pudo ser confirmado en la cancha, luego que Fernando González (14°) saliera adelante en su compromiso ante el serbio Boris Pashanski (65°) por 6-4 y 6-3, posibilitando la anhelada semifinal chilena ante Nicolás Massú (69°).
La clasificación de González significa asegurar de paso la presencia de un jugador chileno en la final, esperando reeditar los triunfos que ha conseguido la actual primera raqueta del tenis nacional en dos ocasiones (2002 y 2004).
Se preveía que el encuentro de esta noche ante Pashanski fuese lento y con mucha pausa, dados los antecedentes "teatrales" del jugador serbio, tal como lo demostró especialmente en su encuentro de octavos de final ante el italiano Alessio di Mauro (122°). Sin embargo, González se las arregló para amarrarlo en dos sets con relativa rapidez.
Pese a un comienzo algo frío, especialmente a la hora de recibir, González comenzó a tomar desde muy temprano el control del partido gracias a su propio servicio, conectando tempranos aces que le permitieron calentar motores y ganar confianza en la cancha. Pashanski, por su lado, bien parado atrás y con inteligencia a la hora de pasar la bola.
El jugador europeo comenzó a ganarse los silbidos del público, luego de reclamar un pelotazo que le envió González con una volea en la red, y que significó a la postre el 2-2 parcial en la primera manga. La puesta en escena de Pashanski finalmente no pudo sacar del partido al chileno, que con un quiebre en el noveno juego decidió el set por 6-4 a su favor en 44 minutos.
La segunda manga se definió con mayor rapidez. Pashanski insistió jugando constantemente al revés de González, algo que limitó la cantidad de derechos ganadores que pudo realizar el jugador local a lo largo del partido. El chileno incluso se vio aproblemado para mantener su saque en el que era el 1-1 parcial, pero logró resistir un 15-40 en su contra para finalmente salir adelante.
El quinto juego resultó ser el clave de todo el partido. González, que venía de estar algo impreciso en las bolas cortas, corrigió sus errores y aprovechó las chances que le entregó su rival, para lograr el segundo rompimiento del partido y establecer el 3-2 parcial. De ahí en más le bastó mantener su saque firme para celebrar un triunfo que lo acerca a su cuarta final en el ATP viñamarino.
Mañana, a las 22:00 horas, se producirá el esperado encuentro ante Massú, que por el momento mantiene a González con una ventaja en los números, con dos triunfos y una derrota en los encuentros previos. La jornada la abrirán a las 18:00 horas el argentino José Acasuso (46°) y el español Rubén Ramírez Hidalgo (106°), que disputarán la primera llave de semifinales en individuales, un partido que será seguido por la final de dobles, a disputarse entre los checos Frantisek Cermak y Leos Friedl, enfrentando a José Acasuso y Sebastián Prieto.
Sobre su encuentro ante Massú, González no quiso anticipar demasiado, pero de entrada lanzó "ojalá que gane el mejor, ojalá gane yo", destacando la motivación extra que significa "jugar un partido a estadio lleno con Nicolás, a una semana de Copa Davis".
González tampoco siente que el público apoyará mayormente a Massú, en su condición de viñamarino. "El
Nico es de esta ciudad, pero los dos somos chilenos. La gente ya debe estar feliz de que ambos llegamos a esta fase", aseguró.
Sobre su partido ante Pashanski, la raqueta nacional no entró en polémicas por los gritos que se lanzaron en la cancha y menos por el pelotazo que tanta molestia causó al europeo. "El pelotazo fue parte del juego y el que nos hayamos gritado en la cara es parte del tenis", dijo.