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Acasuso arruinó el sueño de Massú en el ATP de Viña

El argentino superó por 6-4 y 6-3 con un tenis equilibrado al número dos chileno en la final del ATP viñamarino, que deberá seguir esperando ver coronado a su “hijo pródigo” en su propia tierra.

06 de Febrero de 2006 | 00:05 | Felipe Vásquez, enviado especial a Viña del Mar



VIÑA DEL MAR.- VIÑA DEL MAR.- Simplemente no fue posible. La solidez y regularidad del argentino José Acasuso primaron en la final del torneo ATP de Viña del Mar, donde se impuso por 6-4 y 6-3 al chileno Nicolás Massú, postergando una vez más su sueño de poder obtener el primer título en su tierra.

La cancha central del Club Naval de Las Salinas repitió su lleno total de la jornada del sábado, en la que Massú logró su pase a la final derrotando a Fernando González, pero lo que no volvió a repetirse fue el mejor tenis del viñamarino, quien se terminó ahogando en sus propios errores además de los numerosos aciertos que sumó su contrincante.

El inicio fue el peor posible para Massú. Ya en el primer juego del partido veía cómo su servicio era quebrado. Los errores en la red, que se repitieron a lo largo del partido, fueron uno de los puntos más bajos del tenista nacional en la definición del título. Una y otra vez dejó la bola pegada en la malla, incluso en puntos decisivos cuando aún existían opciones de que la cuenta fuese revertida.

Con el rápido quiebre a su favor, Acasuso sólo debió distribuir su tenis, siempre jugando muy apegado a la línea de fondo para poco a poco ir presionando con sus raquetazos a Massú. La táctica le resultó a la perfección y en 49 minutos ya tenía el primer set en el bolsillo.

El segundo capítulo no varió demasiado en su trámite. Quizás el momento más duro para el chileno sucedió en el segundo juego, cuando una decisión del juez de silla repitió un punto que inicialmente le daba a Massú su primer punto de quiebre del partido. Finalmente Acasuso ganó aquel juego y, aprovechando la desconcentración de su rival, quebró en el siguiente para tomar distancia.

El jugador viñamarino apelando a la garra se acercó al quiebre en el cuarto juego, para al igual que en las otras ocasiones en que comenzó con ventaja al recibir, no pudo llegar al “40” que le diese una opción real de poder romper la solidez de su oponente, ya fuese por sus propios errores no forzados o por la gran eficacia de Acasuso pisando la línea de fondo. Tanto así que el argentino no tuvo puntos de quiebre en su contra a lo largo del todo el partido.

Acasuso tuvo escasos momentos bajos y, cuando se esbozaron, simplemente Massú no supo cómo liquidar, rápidamente permitiendo al argentino crecer para retomar la confianza que predominó en el partido.

El último juego fue últimamente una sinopsis del encuentro: Massú envió dos bolas fáciles a la red y regaló un 0-40 que allanó el nuevo quiebre de Acasuso, escribiendo un 6-3 en 47 minutos que terminó de arruinar la fiesta que se preveía en Viña, que aún no puede ver coronado a su “hijo pródigo” en su propia tierra.

Campeón emocionado

“La emoción fue porque hoy me toca festejar, pero me han tocado momentos duros en mi carrera, y quería compartir con mi técnico y mi preparador”, dijo el flamante campeón tras la victoria, justificando su celebración que molestó a algunos hinchas apostados en el sector sur del recinto.

Acasuso, quien sumó de esta forma su tercer título profesional en siete finales disputadas en individuales, agregó que “la clave fue que jugué muy parejo desde el primer punto y aproveché el nerviosismo de Massú, que jugaba una final en casa”. “Sabía que para ganar hoy tenía que ser paciente, tenía que saber esperar mi oportunidad”, concluyó el ganador, que de esta forma igualó la marca que tenía en el ATP chileno el brasileño Gustavo Kuerten, el único que hasta el momento había ganado el título de singles y dobles (2000 en Santiago).

Para Massú, pese a haber desperdiciado la opción de conseguir su séptima corona, queda al menos con una interesante proyección para el resto de la temporada, para dejar atrás definitivamente el año negro que tuvo en el 2005. Al menos, ya debería reportar una mejoría en su clasificación de la ATP.

“Yo creo que no hace falta que lo diga tan claro. La gente que vio el partido se dio cuenta que me faltó energía. Los partidos con Cuadrado y Fernando (González) me dejaron sin energía. No estaba rápido, no tenía fuerza y los golpes me salían cortos”, analizó Massú tras el cotejo, reconociendo que tras el partido ante González terminó acostándose a las 6 de la mañana.

Massú, que durante el lunes se incorporará al equipo de Copa Davis, agregó que estaba convencido que podía ganar el partido “hasta la última pelota” y que la derrota si bien le duele, no influirá en el duelo copero ante Eslovaquia. “Esto me va a durar un tiempo, pero no me va a dejar mal. Ya el próximo fin de semana voy a jugar con Hrbaty y mañana entreno pensando en Hrbaty”, aseguró.
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