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Las claves del triunfo de Pittsburgh en el Superbowl

Los detalles que permitieron a los "Acereros" quedarse con el codiciado trofeo.

06 de Febrero de 2006 | 06:15 | AP
DETROIT.- Un acarreo para los libros de récords. Un pase interceptado que desinfló al rival. Una jugada de engaño que nadie se esperaba hasta que el ovoide llegó a las manos de Hines Ward.

Los Acereros de Pittsburgh condimentaron su consagración en el Super Bowl con toda clase de especies rumbo a una victoria el domingo por 21-10 ante los Halcones Marinos de Seattle.

Ward fue laureado como el Jugador Más Valioso del partido al atrapar un pase enviado por su compañero Antwaan Randle El, el primer touchdown lanzado por un receptor en la historia del Super Bowl. Pero Ward también dejó sin atrapar varios balones.

"Creo que no aproveché varias jugadas", reconoció. "Pude haber tenido un partido mucho mejor".

Lo mismo se puede decir de Ben Roethlisberger. Se quedó con un título que lo tendrá en una categoría diferente a los demás quarterbacks. A sus 23 años, se convirtió en el mariscal de campo más joven en salir campeón del Super Bowl.

Pero no trascendió mucho en este Super Bowl, pese a que complicó a su propio equipo con un pase interceptado.

La victoria de los Acereros se basó más en un estilo a la ultranza y su oportunismo.

Primero fue la escuela de antaño, cuando Willie Parker aprovechó que el guard Alan Faneca le despejó el camino con un tackle y avanzó 75 yardas, en la segunda jugada del complemento. Pittsburgh logró así poner proa hacia su primera corona desde los años glorioso de la Cortina de Hierro.

Tuvieron servida en bandeja la oportunidad de liqr a los Acereros en el tercer cuarto, pero Roethlisberger hizo un mal pase que Kelly Herndon interceptó y seguido avanzó 76 yardas, permitiendo que Seattle respirara otra vez.

Fue entonces que la defensa de Pittsburgh se encargó del resto.

Ike Taylor aprovechó el peor pase de Matt Hasselbeck en el partido, frenando en seco a Seattle con la misma moneda: una intercepción. Hasselbeck dejó flotando un pase en dirección a Darrell Jackson, pero Taylor le adivinó la intención perfectamente y cumplió la jugada que mantuvo la delantera de Pittsburgh e inclinó la balanza del partido.
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