SAN PABLO.- El DT Vanderlei Luxemburgo comenzó a escuchar los primeros silbidos e insultos de los aficionados del Santos, equipo del que se hizo cargo tras su salida de Real Madrid, y que ayer cayó 2-1 ante el modesto Portuguesa Santista.
Santos, que venía de tres victorias consecutivas y aspiraba a liderar el torneo paulista, no pudo mantener el juego y cayó ante su tradicional rival de la ciudad, con una actuación que fue calificada de "terrible" por Luxemburgo.
El técnico, que recibe más de 200.000 dólares mensuales de salario y pudo contar con todos los refuerzos que pidió, comenzó a ser blanco de críticas de los simpatizantes, en especial por haber descartado a un ídolo del equipo, el veterano Giovanni.
"Es normal que haya silbidos y críticas, es parte del fútbol. No estoy incómodo", dijo Luxemburgo, que en diciembre fue despedido del Real Madrid luego de una temporada sin títulos al frente de los "galácticos".