BRUSELAS.- La Unión Belga de Fútbol (URBSFA) intenta comenzar a hacer frente a un posible escándalo por partidos "arreglados" en el campeonato local por una mafia china de apuestas deportivas, y que involucraría a jugadores, entrenadores y dirigentes.
La investigación por la supuestos casos de corrupción, presentada en una emisión de la televisión flamenca el pasado fin de semana, conmocionó al mundo del deporte belga y motivó que la URBSFA anunciase hoy su decisión de presentar una denuncia ante la justicia.
La denuncia se justifica "porque estimamos que las personas que serían culpables de prácticas fraudulentas provocaron, con sus actos, daños morales a la Unión Belga de Fútbol", afirmó Jan Peeters, presidente de la URBSFA.
Tras meses de rumores y denuncias aisladas sobre presuntos casos de corrupción en el fútbol belga, tres periodistas de Flandes (norte) presentaron en la televisión el resultado de una investigación de siete semanas, de la cual surge que una mafia china de apuestas deportivas en internet estaría involucrada en el "arreglo" de partidos del torneo local.
"Siete partidos de la Primera División belga fueron trucados esta temporada por encargo de una mafia china que actúa en el sector de las apuestas", aseguraron los periodistas, que viajaron a Shanghai para constatar ciertas informaciones.
En el reportaje se muestra, a través de cámaras ocultas, a apostadores de Shanghai asegurando beneficiarse de "contactos" procedentes de informantes cercanos a un club belga de Primera División, La Louviere (sudoeste), lo que les permite apostar sin riesgos sobre los resultados de ese equipo.
Los investigadores muestran además que se apostaron grandes sumas de dinero en el extranjero en partidos anodinos del campeonato belga, por ejemplo en algunos de La Louviere, cuyos dirigentes aún no reaccionaron a la acusación y tenía previsto una reunión extraordinaria el lunes.
Si bien no se exhiben pruebas contundentes, los periodistas presentan una serie de indicios y citan quince nombres de jugadores, entrenadores y dirigentes de equipos belgas que estarían involucrados en los partidos "arreglados".
Frente a este escándalo, varias de las personas acusadas negaron el lunes cualquier vínculo con esos actos fraudulentos y anunciaron su intención de presentar una denuncia por difamación contra los autores del reportaje.
De su lado, la prensa acusó a la URBSFA de no haber actuado antes tras las advertencias de parte de la empresa Betfair, una de las más compañías europeas más importantes de apuestas deportivas, y pidió a la justicia que avance con mayor celeridad en su investigación sobre la cuestión abierta a fines de 2005.
Una fuente cercana a expediente afirmó a la agencia AFP que un juez de instrucción buscaba a un empresario chino, Ye Zheyun, que podría estar vinculado al escándalo.
Esta persona, según la prensa, habría corrompido a jugadores y entrenadores belgas e, incluso, habría logrado infiltrarse en clubes en dificultades financieras para ofrecerles ayuda a cambio de trucar partidos.