CATANIA, Italia.- Un aficionado que compre una entrada de tribuna y no logre sentarse en su puesto para ver el partido porque el estadio esté lleno, tendrá el derecho a que le sea devuelto el importe por parte de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), según sentencia del Tribunal Supremo.
Así, al menos lo ha establecido la tercera sección civil del Tribunal Supremo de Catania, al acoger la petición de seis aficionados del club local, actualmente en la segunda división, e instar a la FIGC a la devolución del costo del billete (25 euros cada uno) y el pago de los gastos procesales, por los daños sufridos.
La sentencia viene a poner fin al recurso de los seguidores que no lograron ver sentados (como facultaba la localidad comprada), en el año 2002, el partido Catania-Taranto, de la serie C1 (tercera categoría).
En una primera decisión, el juez de paz de Catania, Giovanna Spampinato, reconoció en 2003 el derecho al resarcimiento del precio de la localidad por incumplimiento contractual por parte de la FIGC. Esta decisión que fue recurrida por el ente federativo ante el Supremo, que ahora lo ha rechazado y, por tanto, reafirmado la obligación de la FIGC al resarcimiento.