| Paul Capdeville | - | 6 | 7 | - | | Victor Bruthans | - | 4 | 5 | - |
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RANCAGUA.- La victoria anticipada no parece conformar al equipo chileno de Copa Davis, que esta tarde a través de Paul Capdeville consiguió un nuevo punto que deja al cuadro nacional a sólo un triunfo de firmar con barrida ante Eslovaquia su clasificación a los cuartos de final.
Capdeville demoró en calentar motores y mostrar su mejor tenis en la medialuna Monumental de Rancagua, donde si bien no se repitió el lleno total de los dos días anteriores, una cifra cercana a las 5 mil personas alentaron a la tercera raqueta nacional, que ocupó el lugar de Fernando González.
Al otro lado de la red se encontraba Victor Bruthans, un jugador de recursos limitados que no pudo exhibir un tenis sostenido, aunque los errores de su rival le permitieron mostrar un marcador más apretado, con parciales de 6-4 y 7-5 en una hora y 21 minutos de juego.
El servicio de Capdeville fue lo que mejor le funcionó en la primera manga, pese a haber sufrido un quiebre en el octavo, que devolvió en el juego siguiente. De esta forma, el chileno logró hacer valer el rompimiento que había conseguido en el quinto juego, para terminar firmando el set por 6-4 en 33 minutos.
El segundo capítulo fue definitivamente de contrastes, donde la peor cara del jugador chileno se percibió en los primeros juegos. Tres quiebres a su servicio consecutivos lo pusieron con un escenario totalmente adverso: 1-5 con su rival sirviendo por el set. Capdeville se vio estático, casi desganado y sin posibilidades de prenderse ante un tenis nada espectacular de su rival.
El punto de inflexión quedó escrito en el séptimo juego. Capdeville comenzó a gritarse más en la cancha y a tener sintonía con el público, logrando un quiebre clave que lo dejó con la cuenta 2-5 y el camino abierto para la recuperación. Uno tras otro fue sumando aplausos, al punto de conseguir cinco juegos consecutivos a su favor y terminar liquidando la manga en 45 minutos.
“No me sentí muy cómodo”, reveló Capdeville tras el partido, reconociendo que le costó encontrar el ritmo, incluso alegando cierta cuota de “nerviosismo”. En todo caso, el jugador afirmó que se siente preparado para una eventual participación en el encuentro ante Estados Unidos en la próxima ronda. “Mi ranking de 130 puede cambiar y cuando entre a los cien, la gente me va a ver distinto. Ya le he ganado a rivales dentro de los 100 mejores”, esgrimió.
Respecto al masivo apoyo que ha tenido Chile durante todo el fin de semana en Rancagua, Capdeville afirmó que “el ambiente fue impresionante, una gran fiesta. Qué mejor que haberles regalado la posibilidad de ganar. Ojalá se pueda volver”, manifestó.
Ahora el turno para cerrar la serie ante los eslovacos será para Adrián García, quien enfrenta a Lukas Lacko en el último partido de individuales. En caso de lograr la victoria, será la cuarta serie consecutiva que Chile gana en casa por 5-0, sumándose a los triunfos ante Ecuador, Japón y Pakistán.