| ¿Qué es el carphedon? |
El estimulante carphedon fue desarrollado a principios de los años 90 en Rusia para el uso de militares y de cosmonautas y provoca un aumento del rendimiento y una mejora de la resistencia al frío.
Posiblemente ha tenido también un desarrollo para el uso deportivo. Puesto que el carphedon nunca ha sido considerado un medicamento, puede ser descrito como un "estimulante de diseño".
El carphedon está desde 1998 en la lista de sustancias prohibidas del Comité Olímpico Internacional (COI). |
TURÍN.- La subcampeona olímpica de biatlón en 15 kilómetros de los Juegos de Turín, la rusa Olga Pyleva, dio positivo por un estimulante, según anunció hoy el Comité Olímpico Internacional (COI), por lo que podría perder su presea y ser sancionada.
"Se ha encontrado un estimulante en una alta concentración", confirmó hoy el alemán Thomas Bach, nuevo vicepresidente del COI.
La sustancia en cuestión es carfedón (carphedon), un estimulante que figura en la lista de productos prohibidos por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
Durante la tarde de hoy está prevista una audiencia con la atleta de 30 años. Si la prueba B confirma el positivo, le será retirada la medalla de plata, deberá abandonar los Juegos y recibirá una sanción por dos años, según lo que estipula la Federación Internacional de Biatlón (IBU).
La televisión afirma ya, sin embargo, que la prueba B ya ha sido confirmada y refuerza lo avanzado con el primer test: el positivo.
Pyleva en principio debía competir hoy en el sprint de 7,5 kilómetros, pero no se presentó. La carrera de 15 kilómetros del lunes la ganó la rusa Svetlana Ishmouratova, por delante de Pyleva y de la alemana Martina Glagow, y cuarta fue la también rusa Albina Akhatova, que recibirá la medalla de bronce si su compatriota es descalificada.
Una docena de corredores de fondo recibieron antes del inicio de los Juegos una suspensión de cinco días por un elevado valor de hemoglobina (la proteína de los glóbulos rojos en la sangre que es la encargada de transportar el oxígeno).
El COI pretende realizar un total de 1.200 controles antidoping en los Juegos de Turín, un 72 por ciento más que hace cuatro años en Salt Lake City.
