AMBERES, Bélgica.- La francesa Amélie Mauresmo, número dos de la clasificación de la WTA, venció hoy en la final del torneo de Amberes a la número uno del mundo, la belga Kim Clijsters, por 3-6, 6-3, 6-3, logrando su tercer título en lo que va de temporada.
Mauresmo logró en la tercera manga y tras 1 hora y 50 minutos de juego sumar a su colección otro campeonato tras los logrados en el Abierto de Australia y de París de este año, y elevar hasta 22 el total en su carrera.
"Tras su victoria en el Masters (en noviembre pasado) y en el Abierto de Australia, Mauresmo adquirió un nivel extraordinario", reconoció Clijsters.
La belga, que contaba con el apoyo de los 15.000 espectadores presentes en la final de Amberes, denotó falta de frescura en los compases finales, en los que mandaba las pelotas muy altas.
Por contra, había sido ella quien comenzó más agresiva el partido, dejando a la francesa pronto 3-1 abajo y en poco más de media hora ganó el primer set por 6-3.
El segundo asalto también comenzó con una rotura de servicio por parte de la belga, pero Mauresmo se aprovechó del menor rendimiento de Clijsters para dar la vuelta el partido, imponiéndose en esa manga, la más disputada (43 minutos), y rematando con su superioridad física el partido en la tercera y definitiva por 6-3.
"Kim empezó muy bien el partido. Y yo necesité mi tiempo para equilibrar los intercambios, pero luego hice pocos errores", resumió la ganadora, que demostró ser la mejor del momento.
Victoriosa en Amberes por segundo año consecutivo, Mauresmo optará el año que viene, si vuelve a ganar, a quedarse el espectacular trofeo de la prueba: una raqueta de cinco kilos hecha con oro y diamantes, aunque su atención inmediata estará en el torneo de Dubai, que comienza mañana.
Si llega a la final, la francesa desplazará del primer puesto de la lista mundial a Kim Clijsters, quien decidió no hacer el desplazamiento hasta allí.
A pesar de declararse "cansada" por la acumulación de partidos, la francesa prefirió presentarse en los Emiratos Árabes Unidos en contra de lo previsto, según ella para "recuperarse al sol", y después en Doha, antes de tomarse tres semanas de descanso y retomar la competición ya en tierra batida.