ROMA.- Todos le temían y elogiaban en el calcio cuando Adriano maravillaba a todo el mundo con sus goles, pero sus últimas actuaciones, opacas e inefectivas, le convirtieron en el principal objeto de las críticas en el Inter de Milán.
El brasileño no pasa por su mejor momento, como él mismo reconoció. El equipo dependía de sus goles y desde que no llegan, el Inter empezó a sumar reveses, como la derrota contra la Juventus o el empate 0-0 ante el Livorno, que le apartaron prácticamente de forma definitiva de la lucha por el
scudetto en la liga italiana.
El técnico del Inter, Roberto Mancini, continúa dando confianza al delantero que no ha perdido la titularidad, pero hace ya siete jornadas que no marca y se encuentra estancado en los 12 goles, muy lejos de los 22 del máximo goleador del torneo, el atacante de la Fiorentina Luca Toni, compañero de Luis Jiménez.
"Desafortunadamente no estoy pasando por un buen momento, pero esto le suele pasar a cualquiera. Estoy trabajando duro para volver a jugar como lo hacía antes. Sé que puedo dar más de mi mismo", dijo Adriano ayer, tras el pobre 0-0 ante Livorno el sábado, donde jugó David Pizarro.
Para su compañero colombiano Iván Córdoba, "Adriano pasó grandes dificultades. Su vida cambió de repente y son cosas que nadie se espera y que son difíciles de dejar al lado". Los rumores sobre los problemas en la vida privada del jugador se han disparado y se habla de una posible ruptura con su novia.
"No me gusta cuando se meten en mi vida privada, es una cosa que me molesta mucho. Quiero que me juzguen por lo que hago en el campo. Además, siempre se inventan mentiras que no tienen nada que ver con el fútbol", dijo el artillero.
El nerviosismo del jugador también se vio el sábado cuando tras una falta se levantó y dio una bofetada a su rival. "Son cosas que pasan: mi rival me agarró del codo y yo reaccioné, pero (Alessandro) Grandoni entendió que no le quería hacer daño", explicó.
El episodio demuestra que Adriano no es el joven sonriente de los primeros tiempos en el Inter y que no está tranquilo y siente demasiado la presión del club sobre él. "Mientras espero el gol sigo sufriendo presiones pero creo que es algo inevitable", comentó el jugador.
El partido para desbloquearse podría llegar el miércoles contra el Ajax en Liga de Campeones. "Lo importante es que juegue bien con el equipo, los goles ya irán llegando naturalmente. Yo soy feliz cuando el Inter gana".
"Si marcara un gol, estaría más tranquilo y feliz. Los delanteros vivimos de los goles", reconoció. "Ahora estoy pasando por una racha en la que no marco, pero sé que pasará". Eso es lo que espera al menos Mancini, que comienza a ser también blanco de críticas por dejar en la banca a jugadores como el uruguayo Alvaro Recoba o el argentino Julio Cruz, quienes parecen estar en mejor forma que el brasileño.