MILÁN/MADRID.- La ciudad de Milán rescató el mensaje lanzado por Ronaldo y hoy está ya dispuesta a acoger el regreso de su "hijo pródigo" con los brazos tan abiertos que su destino podría ser volver al Inter de Milán o incluso vestirse con la camiseta de su eterno rival, el Milan.
El delantero del Real Madrid se divorció de su hinchada por los continuos abucheos que le dedican. El aficionado madridista le reprocha sonoramente una supuesta falta de trabajo y de compromiso con el escudo, y los silbidos se hicieron tan habituales que Ronaldo prácticamente se puso en venta.
Y apenas unas horas después, los medios de comunicación tomaron el guante y coménzó el baile de rumores, que afectan tanto al jugador como a los clubes interesados en su fichaje y al propio Real Madrid, que tendría que iniciar la caza de un sustituto.
La Gazzeta dello Sport concede las mismas oportunidades tanto al Milan como al Inter para lograr el fichaje de Ronaldo. La otra alternativa estaría en el Manchester United, pero tal opción quedaría descartada porque a Ronaldo no le seduce el estilo de vida de la ciudad inglesa.
Ya se rumoréo el interés del Milan por Ronaldo al final de la pasada temporada, aunque el club de Silvio Berlusconi prefirió contratar a Alberto Gilardino, la gran promesa del fútbol italiano. Quizá podría llegar el momento de reactivar la operación.
Sin embargo, el Inter de Milán parece estar a la cabeza de las preferencias de Ronaldo, quien mantiene una gran amistad con Massimo Moratti, su presidente. El mayor problema es conocer la respuesta de una afición que lo insultó cuando se marchó de allí, hace casi cuatro años.
La historia de Ronaldo desvela lo difícil que es tenerlo contento. En 1997 se marchó del Barcelona por desavenencias con José Luis Núñez, presidente del club, tras discusiones por su contrato. El Inter de Milán le presentó una oferta y allí pasó cinco años, con diferente fortuna.
Ronaldo inició en Italia un calvario de lesiones, aunque su salida tuvo un motivo bien diferente a lo sucedido en el Barcelona. No soportaba al técnico argentino Héctor Cúper y pidió el traspaso a Moratti. Así terminó la aventura italiana de Ronaldo, que se marchó repudiado por unos hinchas que le acusaron de traidor.
En 2002 llegó al Real Madrid, donde cumple su cuarta y más aciaga temporada. A pesar de ser uno de los favoritos del presidente, Florentino Pérez, la hinchada nunca lo tuvo entre sus preferencias, pues prefirió aplaudir a futbolistas como Zinedine Zidane o Raúl. Esta vez el motivo de disgusto de Ronaldo llega por los celos y la falta de cariño de su afición.
Ronaldo cumplirá 30 años el 22 de septiembre y posiblemente afronte el último gran contrato de una carrera marcada por los goles, su incapacidad para echar raíces y las lesiones.
El tercer protagonista de esta historia es el Real Madrid, muy disgustado tras el anuncio de Ronaldo, que llega en el momento crucial de la temporada, cuando se juega sus posibilidades en la Liga española y en Europa.
El carrusel de eventuales sustitutos del delantero comenzó a moverse y hoy la prensa apuesta por cuatro superestrellas: el brasileño Adriano (Inter de Milán), el sueco Zlatan Ibrahimovic (Juventus), el francés Thierry Henry (Arsenal) y el inglés Wayne Rooney (Manchester United).
Adriano es el principal favorito y desde hace meses se aventura un posible trueque entre el Real Madrid y el Inter con el propio Ronaldo como pieza de cambio.
Ibrahimovic es otro futbolista que está en la prensa desde hace semanas, aunque la Juventus no está dispuesta a venderlo. Otro caso diferente es el de Rooney, cuyo difícil carácter genera recelos entre el madridismo.
Finalmente, quedaría Henry. El Arsenal pelea por retenerlo, pero parece difícil que lo consiga. La prensa catalana asegura que tiene un precontrato firmado con el Barcelona, aunque siempre fue un sueño del Real Madrid y a Florentino Pérez también le gusta.
Ahora sólo falta por conocer la confirmación oficial de la marcha de Ronaldo, algo que no sucederá hasta el final de la temporada. Lo que quedó muy claro el lunes después de sus palabras es que sería una gran sorpresa que el brasileño cumpliera las dos temporadas que le restan de contrato.
