TURÍN.- El Comité Olímpico Internacional (COI) quiere crear una comisión investigadora después de los Juegos Olímpicos de Invierno en Turín, sobre el escándalo de dopaje alrededor del equipo austríaco, según anunció el presidente del COI, Jacques Rogge.
En la comisión se estudiarán los resultados de los controles antidoping a los diez atletas, así como los datos conseguidos por las autoridades italianas tras las redadas policiales. También se estudiarán las posibles irregularidades de los entrenadores.
El COI también puede establecer sanciones a posteriori aun sin resultados positivos. "Para encontrar a alguien culpable de doping no se necesitan necesariamente pruebas de orina o sangre", dijo Rogge anoche. Un test negativo sólo es una parte del proceso, agregó. "Tenemos pruebas de la policía que tendremos en nuestro poder en breve. Si probamos la culpa de los atletas, tenemos diferentes métodos para actuar", aseguró Rogge.
El COI, paralelamente a la redada policial en las sedes de los equipos austriacos de biatlón y esquí de fondo, realizó un control antidoping a diez atletas.
Sobre la rocambolesca historia del técnico Walter Mayer, en el centro de todo el escándalo, que huyó de Italia, tuvo un accidente, se enfrentó a la policía austríaca, está procesado en su país y ahora se encuentra en tratamiento psiquiátrico, Rogge dijo que era un argumento de película.
"Es una historia como nunca se podría haber creado en Hollywood", afirmó. Mayer está sancionado por el COI desde 2002 y hasta 2010 al estar implicado en un asunto de doping sanguíneo en Salt Lake City.
"Para mí, Mayer es el que organizó el doping", disparó Rogge contundente. "La policía ha dado los pasos para identificar a los comerciantes de drogas y el COI mostrará ahora que no admite a esa gente, ni siquiera en alojamientos privados".