MADRID.- Mauricio Díaz, el mejor fondista chileno del último decenio, pondrá fin el próximo día 10 a su periplo español, donde ha brillado durante siete años en pruebas de cross y pista, para regresar a su tierra en busca de recursos que le permitan alargar su carrera hasta los Juegos Olímpicos de Pekín.
Provisto de los conocimientos técnicos necesarios para ejercer como entrenador y preparador físico, Mauricio Díaz, de 37 años, se instalará en La Serena (norte de Chile) junto a su mujer, Estela, y a sus dos hijas: Francisca, de 15 años, y Abigail, que nació en Madrid.
"Quiero trabajar como entrenador, dar clases en un colegio o poner una clínica de fisioterapia", declaró a EFE, "pero también me gustaría seguir entrenando con miras a participar, tal vez en maratón, en los Juegos Olímpicos de Pekín porque tengo pilas para seguir. Tendré entonces 39 años, una edad en la que se puede correr un buen maratón".
Su objetivo, este año, será conseguir una medalla en los Iberoamericanos de Río, en 5.000 metros. "Quiero sacarme la espina de no haber conseguido una medalla", indicó el atleta chileno que no participará en abril en los Mundiales de cross, donde el año pasado fue el cuarto mejor blanco. "Me ganaron 36 africanos", recuerda.
Al cabo de su estancia en España, Díaz considera que no ha llegado a desarrollar todo su potencial como atleta "por falta de recursos económicos", aunque está satisfecho con lo conseguido. "Me ha fallado el factor económico, pero he sido el mejor fondista sudamericano en cross y pista. He logrado cosas importantes y me he ganado un nombre".
Tuvo sus mejores sensaciones en 2001 cuando corrió en 13:23 los 5.000 metros del prestigioso Memorial Van Damme de Bruselas. "No me olvidaré aquella carrera en el estadio Heystiva", dice convencido de que aún puede dar juego en el maratón.
El atletismo chileno se encuentra, a su juicio, sumido en una grave crisis. Se considera "el último representante de la generación dorada", a la que pertenecieron Alejandra Ramos, Gert Weil, Pablo Squella y Sebastián Keitel, entre otros. "En la actualidad, el atletismo chileno somos Marco Antonio Verni y yo. El deporte en Chile no es importante, pese a ser la única actividad que mueve emociones".
"No se ha aprovechado el legado de estos atletas. En Chile las ayudas se conceden sólo si ganas medalla. El cuarto lugar no existe", subrayó Mauricio Díaz, que llegó a España por primera vez en 1994 gracias al convenio entre el Consejo Superior de Deportes español y su homólogo Chiledeportes.