BARCELONA.- Ronaldinho aseguró hoy que no se ve en otro sitio que no sea el Barcelona a pesar de los rumores que hablan de ofertas millonarias para ficharle y afirmó que "ningún dinero compra la felicidad".
El "crack" brasileño volvió a brillar ayer al marcar un gran gol que facilitó el pase del Barcelona a los cuartos de final de la Liga de Campeones tras empatar a un gol ante el Chelsea.
Ronaldinho está satisfecho con su hinchada y también con su entrenador, Frank Rijkaard, quien le defendió recientemente de la polémica surgida por tocar la percusión en una discoteca barcelonesa durante la actuación del grupo Samba-Tri.
"Mi entrenador y todos siempre saben de mi vida. Dentro y fuera del campo disfruto al máximo y eso se nota en mi rendimiento", puntualizó el jugador.
A su vez, Ronaldinho rechazó el cartel de favorito al título de la Liga de Campeones, aunque ve más maduro a su equipo después de que hace un año fuera eliminado por el Chelsea. "Procuramos no regalarle la pelota al adversario porque confiábamos en que si recibíamos un gol, alguno haríamos. Y teniendo esta mentalidad, las cosas salieron bien", señaló.
El Barcelona no jugó un partido espectacular ante el Chelsea, aunque todos los analistas destacan la inteligencia mostrada sobre el campo para manejar una eliminatoria que encarriló en la ida, cuando ganó por 2-1 en Londres.
"Hay partidos en los que no se puede jugar como siempre, que hay que saber cómo ganarlos y, en el del martes, la mejor forma de jugar era como se hizo", aclaró.
Sin embargo, Ronaldinho ofreció preciosos detalles, con grandes enganches, taconazos y, finalmente, un magnífico gol. "Me encuentro en un gran momento de forma, aunque la clave es el trabajo realizado en los entrenamientos", explicó.