MONTEVIDEO.- El nuevo técnico de Uruguay, Oscar Washington Tabárez, pretende volver a las raíces futbolísticas que le dieron gloria a los "charrúas" hasta mediados del siglo pasado e intenta poner de pie a una histórica selección que en los años recientes cayó en desgracia.
El nuevo entrenador fue designado esta semana por la Asociación Uruguaya de Fútbol. Su nominación inicia una nueva etapa para los seleccionados uruguayos de juveniles y mayores, de los que será responsable.
La "era Tabárez" vuelve a generar ilusión entre muchos aficionados uruguayos, que añoran triunfos como los de 1930 y 1950, cuando los "charrúas" fueron campeones del Mundo.
Tabárez -a quien se le conoce como "Maestro"- sucede al técnico Jorge Fossati, que se desvinculó en noviembre pasado de la selección uruguaya tras la eliminación del Mundial de Alemania 2006.
A partir de hoy Tabárez empezará a trabajar junto a sus colaboradores en la implementación del esquema táctico que utilizarán todas las selecciones uruguayas, con una formación 4-3-3.
"Es un sistema que tiene historia en nuestro país. Hay una tradición y además una experiencia personal que llevé adelante en Danubio, Wanderers y Peñarol", explicó el técnico al presentarse el miércoles tras su designación.
"Para nuestro fútbol es importante aplicar esta figura. A nosotros nos permite jugar con menor potencial técnico y contar con mayores posibilidades de triunfo", sostuvo.
El "Maestro" Tabárez se destacó como futbolista en los años sesenta y setenta, pero su carrera fue relativamente corta.
Como entrenador, dirigió a las divisiones mayores de los clubes locales Danubio, Wanderers y Peñarol, y con éste último fue campeón de la Copa Libertadores en 1987.
También condujo a equipos como Deportivo Cali de Colombia, los italianos Milán y Cagliari, el Oviedo español, y los argentinos Vélez Sarsfield y Boca Juniors.
Integró como asistente el cuerpo técnico que estuvo al frente de la selección mayor de Uruguay que disputó el Mundial de Italia 90, que apenas pasó la primera fase.
Tabárez pretende lograr más apoyo a la selección de parte de los clubes y considera que éstos deben ceder sin obstáculos a sus futbolistas cuando son citados para defender a Uruguay.
También desea poner énfasis en la formación de las divisiones juveniles, e incluso a nivel infantil.
El nuevo técnico de la selección mayor supervisará a los representativos juveniles de Uruguay, que serán dirigidos por Gustavo Ferrín (Sub 20) y Ronald Marcenaro (Sub 17).
Pretende instalar "campamentos" en el interior de Uruguay para observar y entrenar allí a futbolistas de cada zona, evitando que deban trasladarse a Montevideo, como ocurre actualmente.
"Atravesamos una situación en que no podemos desaprovechar ni a un posible buen jugador, ni a uno solo", sostuvo.
Sin las figuras que en el pasado imponían respeto en los campos de juego y problemas estructurales en un fútbol empobrecido, Tabárez intentará devolverle mística a una casaca "celeste" desteñida por los fracasos futbolísticos de los años recientes.
