SAKHIR.- El español Fernando Alonso (Renault), campeón del mundo de Fórmula Uno y líder de 2006, tras disputarse la primera carrera en Bahrein, se enfrenta a una solida competencia en la defensa de su título.
El primer Gran Premio, disputado el domingo en el circuito de Sakhir, despejó las dudas sobre la competitividad de equipos y pilotos y ahora ya se puede afirmar que ni el alemán Michael Schumacher (Ferrari), ni el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes) le van a hacer la vida fácil al asturiano.
Alonso volvió a mostrar su solidez y luchó de principio a fin de la carrera con Michael Schumacher. Las diferencias entre ambos nunca fueron superiores a los cinco segundos y cuando ambos se emparejaron al final de recta, tras la segunda parada del español, éste volvió a salir vencedor de la contienda y le ganó el asalto al alemán como el año pasado en el Gran Premio de San Marino.
Alonso es claro aspirante a renovar el título mundial, pero mucho dependerá de cómo evolucione el R26. En los entrenamientos invernales parecía superior al resto, pero en Bahrein otros tres coches han demostrado estar a su altura: los Ferrari, los McLaren y los Honda.
Ferrari y Michael Schumacher han vuelto por sus fueros. Durante todo el fin de semana estuvieron entre los más rápidos, y los neumáticos Bridgestone que calza su coche se han mostrado a la altura de los Michelin de Renault.
Después del infierno de la pasada temporada Michael Schumacher mantiene intactas sus ansias de victoria, aunque haya sufrida una nueva derrota frente a Alonso. Y si sigue así parece difícil que decida retirarse a final de temporada.
El finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes) continúa con su gafe, y de no ser por la rotura de la suspensión trasera derecha en la sesión de clasificación, que le relegó al último puesto de la formación de salida, al que parece abonado -sale más veces desde el fondo que desde la primera fila-, podría haber ganado perfectamente la carrera.
Su ascenso al tercer puesto, su única parada para repostar y cambiar neumáticos, en contra de la lógica, y el cruzar la línea de meta a sólo 19 segundos del vencedor, le hacen de nuevo temible, sobre todo cuando el coche sea fiable.
Antes de la carrera de Bahrein había dudas sobre la potencia y fiabilidad del motor Mercedes y de la caja de cambios del McLaren MP4/21, pero ha pasado el examen de éstos componentes sin problemas. Sin embargo, se le rompió algo tan poco habitual como la suspensión, en un circuito completamente plano y con bordillos muy bajos.
El cuarto equipo en liza por el Mundial y con los pilotos menos fiables es Honda. Tienen un grave problema con el embrague, que les hace muy lentos en las salidas, en las que pierden muchos puestos, y luego les cuesta remontar.
Su ritmo de carrera, cuando no tienen que luchar en el tráfico de la pista, es tan rápido como el de los Renault, Ferrari o McLaren, pero sus pilotos tampoco parecen tener la solidez de Alonso, Michael Schumacher y Kimi Raikkonen.
Jenson Button cumplió ya 101 Grandes Premios, todavía no conoce la victoria y, desde luego, ni Alonso ni Schumacher ni Raikkonen le van a facilitar el camino a la misma, casi su compañero de equipo el brasileño Rubens Barrichello, parece más dotado para dar a Honda su primera victoria en su regreso como constructor.