ROMA.- El Inter superó con facilidad, aunque con el mínimo esfuerzo pues sólo fue capaz de marcar un gol, a un Udinese que atraviesa el peor momento de la temporada en el partido de ida de semifinales de la Copa Italia.
El Inter, con el chileno David Pizarro en su oncena titular, dio un paso adelante para llegar a la final gracias al gol en solitario del argentino y ex madridista Santiago Solari, horas después que el Palermo consiguiera derrotar en casa por 2-1 a la Roma, en el otro partido de ida de semifinales.
El técnico Roberto Mancini tuvo que administrar un poco a sus jugadores y dio descanso a muchos de sus titulares ante los próximos encuentros de campeonato y de Liga de Campeones contra el Villareal.
En el Inter de las reservas se pudo ver al portero brasileño Julio Cesar, recuperado de su lesión, y a los argentinos Esteban Burdisso y Santiago Solari, el joven defensa italiano de 20 años Marco Andreolli y el mencionado Pizarro, quien no venía jugando de titular en el cuadro lombardo.
La pareja de ataque estuvo formada por el argentino Julio Cruz y el nigeriano Obafemi Martins, mientras Adriano descansó y vio a sus compañeros desde las gradas.
En seguida se demostró la superioridad del Inter ante un Udinese completamente en crisis y que hoy estrenaba su tercer entrenador, Giovanni Galeone, tras la dimisión del argentino Néstor Sensini.
El portero visitante Morgan de Sanctis sufrió un verdadero asedio a su puerta y que terminó con el gol en el minuto 20 de Solari con un toque de tacón tras una buena jugada en equipo.
En el complemento, el Udinese, que había estado muy cerrado en el primer tiempo, intentó reaccionar para al menos intentar conseguir un valioso empate. Entonces encontró un Julio César muy poco certero y que coleccionó algunos errores clamorosos pero que los jugadores del Udinese no supieron aprovechar.
En el minuto 18, el argentino Fernando Tissone realizó un poderoso disparo que Julio Cesar no logró detener y por poco el jugador no llegó al rechace. Poco después, en el minuto 22, de nuevo el portero brasileño cometió un error imperdonable cuando salió a despejar con los pies, pero no consiguió hacerlo y sólo la suerte salvó al Inter pues Barreto resbaló ante la portería vacía.
Horas antes el Palermo le echó más ganas al partido de ida de semifinales de Copa Italia y superó por 2-1 a una Roma diezmada por las bajas y con la cabeza en el encuentro del sábado contra la Juve.
La Copa Italia se convirtió para Palermo y Roma en el único objetivo de esta temporada después de su eliminación de la Copa UEFA. No obstante, el equipo siciliano parece más motivado porque si llega a la final podría reconquistar un puesto en la UEFA para la próxima temporada.
Por ello, el nuevo Palermo de Giuseppe Papadopulo, sin ningún objetivo en el campeonato, salió más motivado y jugó mejor y coleccionó más ocasiones que sus rivales.
Los dos equipos salieron a por todas, pero las condiciones climáticas imposibles, con un terreno encharcado por la intensa lluvia y el fuerte viento, impidieron que se viese un buen espectáculo. Por ello, los conjuntos aprovecharon los primeros minutos y la Roma se adelantó en el marcador con un gol a los 47 segundos de Simone Perrota al alcanzar un centro del hondureño Edgar Álvarez.
El Palermo no se dejó sorprender y en la jugada siguiente rozaron el empate cuando el portero Gianluca Curci salvó en la línea un balón y sólo cuatro minutos después, consiguió subir al marcador el 1-1 con Franco Brienza, que muy bien colocado se adelantó a la defensa "romanista" y pescó un rechazo del portero tras un disparo de Massimo Mutarelli.
En el segundo tiempo, debido al terreno pesado, los equipos encontraron muchas dificultades para mover el balón y sobre todo buscaron la jugada con la pelota parada. El técnico de la Roma intentó dar un mayor empuje al equipo y puso en el campo como única punta al joven Stefano Okaka, de 17 años, en sustitución de Álvarez.
Pero fueron los locales quienes, con la entrada del argentino Mariano González, comenzaron a crear más peligro y el gol llegó poco después en el minuto 24 con Mutarelli de zurda, que colocó el 2-1 definitivo en el marcador, pero que dejó abierto el partido de vuelta.