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Verón-Riquelme, un duelo de lujo en Milán

Los volantes argentinos encabezarán este miércoles el partido Inter-Villarreal por la Liga de Campeones, pero no sólo serán observados por sus hinchas. En las gradas estará José Pekerman, seleccionador transandino.

28 de Marzo de 2006 | 08:36 | EFE
MILAN.- Juan Sebastián Verón, en el Inter de Milán, y Juan Román Riquelme, en el Villarreal, tendrán este miércoles los ojos de medio mundo sobre ellos, pero especialmente los de toda Argentina, pues ellos son los actuales números "10" del fútbol local y uno lo será en el mundial de Alemania 2006.

Verón-Riquelme, que comparten pasos por Boca Juniors, tienen historias, cualidades y caminares bien distintos por el fútbol europeo. Pero les aúna ser dos magos del balón, auténticas mentes pensantes de sus respectivos equipos, y dos jugadores que comparten el gusto por el buen trato al balón.

Ambos, pese a tener bien distintas facultades y presencias físicas, están desde hace tiempo en esa baraja que busca al heredero de Diego Armando Maradona, el auténtico número "10" y con quienes Verón y Riquelme tienen ciertas coincidencias.

Verón jugó en Boca Juniors junto a Maradona. Riquelme se forjó futbolísticamente en Argentino Juniors, donde creció Maradona, y fue quien le sustituyó en el último partido oficial que jugó con los colores de Boca (25 de octubre de 1997).

Eso sí, Verón y Riquelme, los actuales "10" de Argentina, curiosamente no lucen ese dorsal en sus clubes, pues el interista lleva en su camiseta el "14" y el villarrealense el "8".

Verón es tres años y tres meses mayor que Riquelme. Juan Sebastián nació en La Plata (Buenos Aires) el 9 de marzo de 1975, mientras que Juan Ramón vino al mundo en San Fernando (Buenos Aires) el 24 de junio de 1978, un día antes de que Argentina ganará su primera Copa del Mundo.

A las espaldas de Verón está una gloriosa trayectoria deportiva, con presencias en Estudiantes de la Plata (1993-marzo 1996), Boca Juniors (marzo 1996-junio 1996), Sampdoria (1996-98), Parma (1998-99), Lazio (1999-2001), Manchester United (2001-03), Chelsea (2003-04) e Inter de Milán (2004).

En Boca jugó junto a Maradona, quien aún hoy en día le propugna como fijo en la selección para el Mundial Alemania 2006. Una albiceleste absoluta en la que Verón debutó ante Polonia, en 1998, en la que estuvo en los mundiales 1998 y 2002, pero de la que ha desaparecido desde noviembre de 2003.

Ya en Italia, tras debutar oficialmente en el fútbol del Viejo Continente el 8 de septiembre de 1996, en las filas del Sampdoria, se convirtió en 1999 en el hasta ese instante fichaje más caro en la historia de Lazio, que pagó al Parma 23,6 millones de dólares.

Su gran aporte, junto al de sus compatriotas Diego Pablo Simeone y Matías Almeyda, llevó al Lazio a la conquista del un histórico "doblete" (Liga y Copa de Italia).

Pero se vio implicado en el escándalo de los "pasaportes falsos" (nacionalidad comunitaria) y en 2001 fue traspasado a Manchester United a cambio de unos 40 millones de dólares.

En el club de Old Trafford, con el que conquistó dos ligas inglesas y llegó a las semifinales de la Liga de Campeones 2001-02, jugó dos campañas; en la última estuvo en el banquillo en bastantes partidos. Pero en sus virtudes se fijó el magnate ruso Roman Abramovich, quien le llevó al Chelsea con el deseo de que fuera la pieza sobre la que construir la grandeza del equipo.

No jugó ni disfrutó lo esperado y volvió al fútbol italiano en cesión del Chelsea al Inter. En Milán ha vuelto a encontrar esa alegría de jugar que, como él mismo ha afirmado muchas veces, necesita para disfrutar y jugar bien al fútbol.

Tanto que es el estandarte, el creador del juego del Inter, por quien pasa la creación y quien distribuye con fluidez.

Riquelme se forjó en la cantera de Argentino Juniors -el histórico equipo de Maradona- y pasó a Boca Juniors (1996-2002). En Boca creció y pulió su magia con el balón, conquistó una Copa Intercontinental, dos Copas Libertadores, tres campeonatos ligueros (2 del torneo de apertura y 1 del de clausura) y fue una vez "Rey de América" (2001).

A diferencia de Verón, con una infancia más cómoda, Riquelme tiene un origen humilde, procede de una numerosa familia (diez hermanos), es más callado e introvertido. Características que se transforman sobre el terreno de juego.

Ahí, su visión y dirección del juego, su toque preciso, sus cerebrales jugadas desequilibrantes, le hacen el líder. Tanto que le hicieron objeto del deseo de los considerados grandes de Europa.

Al final, tras problemas con la directiva de Boca, en el verano 2002 pasó a Barcelona, tras negociaciones culminadas antes en un hotel de Roma. En el club catalán, pese a jugar una treintena de encuentros ligueros y once de competición europea, no le fueron bien las cosas y no se tuvo con él la paciencia necesaria para una perfecta adaptación al fútbol español.

Además, debía dejar plaza libre al brasileño Ronaldinho, que llegó en verano de 2003, y Riquelme fue cedido a Villarreal. En este equipo recuperó la sonrisa y sus virtudes futbolísticas, volvió a ser el líder, quien marca el tiempo justo del juego de su equipo.

Este verano, ya de propiedad total de Villarreal, ha firmado por cuatro temporadas con el club castellonense.

Con la selección de Argentina, Riquelme debutó el 16 de noviembre de 1997, ante Colombia (1-1), en La Bombonera de Boca Juniors, también escenario años antes del debut de Maradona con la albiceleste.

Jugó seis encuentros con Daniel Passarella como seleccionador absoluto (hasta 1998). Luego pasó al ostracismo.

Antes, con las divisiones inferiores, Riquelme había conquistado un Mundial Sub 20 (Malasia 1997) y un Campeonato Sudamericano Sub 20 (Chile 1997).

Verón y Riquelme, además, son a distancia objeto de amplios debates en la selección argentina. Lo fueron en la era de Marcelo Bielsa como seleccionador, quien prefirió a Verón como "10" de la albiceleste y, por ejemplo, no llevó a Riquelme al Mundial de Corea del Sur-Japón 2002.

Y lo son ahora, con el seleccionador José Pekerman, que prefiere a Riquelme antes que a Verón para el mundial de Alemania 2006.

Pekerman conoce muy bien a Riquelme, pues ya le tuvo con éxito en las divisiones inferiores de la selección argentina, y sobre su liderazgo dentro del campo está decidido a construir el equipo que dé asalto a la próxima cita mundialista.

Pero el dilema, la discusión entre "veronistas" o "riquelmianos" para Alemania 2006, está en la calle. Y bien podría influir cuanto acontezca en el Inter-Villarreal de mañana, que Pekerman seguirá muy pendiente.

Incluso hace meses, cuando Verón anunció que al final de la actual campaña volvería "por cuestiones familiares" a Argentina, surgieron informaciones sobre un presunto interés del Inter de Milán por fichar a Riquelme como su sustituto.

Algo que decreció ya que Verón en las últimas semanas ha abierto las puertas para una continuidad en el Inter la próxima campaña. Sea lo que sea, lo que está claro es que los destinos de Verón y de Riquelme se cruzan, incluso se tapan.
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