MELBOURNE.- Los entrenamientos libres del Gran Premio de Australia de Fórmula 1 dejaron entrever hoy una cerrada pelea por la victoria el domingo entre los cuatro grandes equipos del campeonato, Honda, Renault, Ferrari y McLaren, cuyos tiempos apenas se vieron separados por medio segundo.
El mejor de la sesión, sacudida por un frío viento otoñal, fue el piloto de pruebas de Honda Anthony Davidson, que marcó un tiempo de 1:26,822 minutos. Entre los primeros espadas, el más rápido fue también un Honda, el británico Jenson Button, que marcó el cuarto mejor crono por detrás de otros dos probadores, el austriaco Alexander Wurz, de Williams, y el polaco Robert Kubica, de BMW.
Tras Button, en apenas un intervalo de medio segundo, se ubicaron hoy el actual campeón del mundo, el español Fernando Alonso (Renault), el alemán Michael Schumacher (Ferrari) y el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes).
"Estamos muy juntos", advirtió Schumacher, siete veces campeón del mundo, que expresó también su deseo de salir el domingo "lo más cerca posible del semáforo, a ser posible desde la primera línea".
Para eso tendrá que superar a un equipo Renault que parece en estado de gracia. Pese al "fuerte viento" que azotó hoy en el Albert Park, Alonso se mostró contento con el quinto puesto logrado hoy, con un tiempo de 1:27,443 minutos.
"Parece que estamos en buena forma", dijo el español, que apenas fue 0,230 segundos más lento que Button y superó en 0,215 a Schumacher. "Por el momento el Renault parace fácil de conducir y nuestro ritmo es el bueno. Creo que estamos en la misma posición que en las otras carreras esta temporada. Queremos ocupar los primeros puestos en la calificación y en la carrera".
Algo peor le fue hoy a su colega en Renault, el italiano Giancarlo Fisichella, ganador en 2005 en Australia y del pasado Gran Premio en Malaisia. "Fue un día un poco difícil para mi", reconoció el italiano, undécimo en la sesión, en la que tuvo problemas mecánicos con el motor.
Renault ha vencido en las dos primeras carreras del campeonato, con Alonso en Bahrein y con Fisichella en Malaisia, y además en la última logró su primer doblete desde 1982.
Más problemas tuvo en el arranque su máximo rival el año pasado, McLaren-Mercedes, aunque en Australia parece que todo rodó sin contratiempos hasta el momento.
"Hemos cumplido con nuestro programa según estaba planeado", dijo el jefe deportivo de Mercedes, Norbert Haug, especialmente ilusionado con la carrera del domingo, ya que en Australia fue donde Mercedes celebró su primera victoria hace nueve años tras su regreso a la Fórmula 1.
Schumacher, a quien Alonso señaló como su gran rival, está confiado en poder darle a la escudería roja su primera victoria desde la lograda en Indianápolis el 19 de junio de 2005 en un escandaloso Gran Premio que únicamente corrieron los equipos con neumáticos Bridgestone.
Precisamente las gomas pueden ser la clave para el conjunto italiano, pues las bajas temperaturas australianas, comparadas con las de Bahrein o Malaisia, pueden retrasar la toma de temperatura adecuada en los neumáticos japoneses.
"A parte de eso, no hay ningún problema", dijo Schumacher. "Vamos a darlo todo, pero ahora no deberíamos hablar del porcentaje de probabilidad de ganar que tenemos".