Pedro Cerón, presidente de los jinetes, fue el más requerido por la prensa. |
SANTIAGO.- Al mediodía de este lunes la totalidad de los jinetes llegaron a un acuerdo de no presentarse a correr en el Club Hípico de Santiago.
Aunque algunos pensaban que nuevamente se suspenderían las carreras, como aconteció el sábado en el Hipódromo Chile ante la negativa de los jockeys de someterse al control antidopaje mientras no les den la administración del Fondo de Multas (se engrosa con los premios que devuelven los jinetes que arrojan positivo en el antidoping), igualmente se llevó a cabo la reunión.
"La plata de las multas no tiene nada que ver con este asunto", dijo el jinete Richard Castillo. "El control es muy necesario y a fondo, como en otros países, no como acá donde sólo se buscarán tres cositas (cocaína, marihuana y pasta base de cocaína). ¿Y el resto de la drogas?", se preguntó.
Pero los dirigentes de Blanco Encalada tenían una carta bajo la manga y no dudaron en jugársela para salir adelante.
La medida era hacer participar a los aprendices y levantar el castigo a última hora a aquellos profesionales que estaban suspendidos.
Los látigos profesionales, en tanto, estaban acuartelados en el Hipódromo Chile para esperar las últimas reuniones que tendría su representante, Pedro Cerón, con los directivos del Club Hípico de Santiago.
Había expectación porque se pensaba que no había carreras. Finalmente, con los nuevos valores de la fusta iniciaron la reunión con al menos 30 minutos de retraso.
"Esto es una chacota"
La duda era hasta qué competencia podrían correr, puesto que existe un artículo del Código de Carreras que sólo permite a cada jinete participar en diez ocasiones. También en el reglamento está establecido que los aprendices que no registren 20 ganancias no podían correr pruebas para los ejemplares de 2 años.
Pero en Blanco Encalada volvieron a sacar otra carta. "En caso de fuerza mayor hay un artículo que permite autorizar a los jinetes a correr. Y como en este caso la situación lo ameritaba, el reglamento nos daba la facultad de hacer correr a los jinetes más de 10 carreras", sostuvo el gerente de la entidad, Juan Pablo Lira.
Ante esta situación, varios consideraron esta modificación como una burla. "Esto es una chacota. Resulta que ellos (el Club Hípico) pueden hacer lo que se les antoje con el reglamento", comentó un preparador.
Los descolgados
Con el correr de los minutos se pensaba que las carreras serían con puros aprendices. Pero no. Comenzaron a aparecer algunos asociados al Sindicato de Jinetes, como Fernando Díaz, Manuel Martínez y Héctor Isaac Berríos, entre otros, quienes corrieron con normalidad.
Esto último fue duramente criticado por Cerón y compañía: "Es totalmente repudiable lo que hicieron algunos colegas. Los aprendices no tienen la culpa, porque fueron amenazados de quitarles la patente".
El presidente de los jockeys señaló que hubo ciertos acercamientos con el Club Hípico para llegar a una solución.