CIUDAD DEL CABO.- El gabinete de Sudáfrica desestimó las preocupaciones sobre los preparativos del país para recibir el Mundial de fútbol del 2010.
La recién elegida alcaldesa de Ciudad del Cabo, la segunda ciudad más grande del Sudáfrica, generó un escándalo al criticar los planes para construir un nuevo estadio en la ciudad con vistas al torneo.
Helen Zille, de la opositora Alianza Democrática, cuestionó si la ciudad puede afrontar su estimada contribución de mil millones de rands (165,5 millones de dólares) para levantar el estadio cuando los residentes pobres continúan sin techo.
"El gabinete expresó su decepción por las recientes declaraciones de funcionarios públicos en diversos puestos con respecto a los preparativos del país para recibir el Mundial de fútbol del 2010", dijo el vocero presidencial Joel Netshitenzhe.
"Comunicación pública negativa, orientada a conseguir recursos o cualquier otro propósito, no ayudan a la imagen del país ni tampoco reflejan en ningún caso el verdadero estado de los hechos", remarcó.
Sudáfrica, que posee la mayor economía del continente, será la primera nación africana en recibir un Mundial de fútbol, dentro de cuatro años.
Netshitenzhe dijo que el gabinete tomó nota de los comentarios de la firma de comunicaciones Sentech, que aseguró que la antigua red de transmisión de Sudáfrica requeriría una masiva inversión para poder emitir el torneo por medios audiovisuales a todo el mundo.
"Tenemos que asegurarnos que nuestras afirmaciones estén basadas en hechos", recalcó. Dos nuevos estadios serán construidos y ocho modernizados para el Mundial del 2010.