SANTIAGO.- El Villarreal del técnico chileno, Manuel Pellegrini, no pudo vencer al Deportivo La Coruña y debió conformarse con el empate en El Madrigal.
Los visitantes salieron mejor posicionado y la presión que ejerció en el centro del campo, donde buscaba la superioridad numérica con acumulación de hombres, maniató las salidas cómodas del Villarreal en los primeros minutos de juego.
Poco a poco, el equipo de Manuel Pellegrini se deshizo de la presión y con Riquelme como protagonista de todas las acciones ofensivas de su equipo, se acercó con más asiduidad al área visitante aunque sin claridad ni efectividad en los últimos metros.
En el área local, el meta argentino Mario Barbosa, que jugó para rodarse de cara al partido de la Liga de Campeones ante el Arsenal al estar sancionado Sebastián Viera para ese encuentro, solventaba con seguridad los balones que llegaban con cierta intención a sus dominios.
Aunque sin peligro claro y sin acierto, el equipo de Joaquín Caparrós llegaba con más facilidad y daba más trabajo a la defensa y al meta local, mientras que Forlán y Guille Franco sufrían las imprecisiones de su equipo en el último pase y Molina se convertía en un espectador más.
Las pérdidas de balón en ataque del Villarreal propiciaban rápidos contragolpes del Deportivo. En uno de ellos Iago pecó de individualismo y la defensa frustró su jugada y en otro, su disparo raso, prácticamente el primero del partido entre los tres palos, obligó a Barbosa a lucirse. Luego fue Arizmendi quien lo intentó.
El Villarreal se esperó a los dos últimos minutos antes del descanso para disponer de sus mejores ocasiones. En la primera, Coloccini sacó el remate de Guille Franco en boca de gol al saque de un córner y en la jugada siguiente, fue Forlán el que no llegó a empujar un disparo cruzado del mexicano en el área pequeña.
Sin mejorar mucho su juego, salió el Villarreal algo más enchufado y en los diez primeros minutos, primero, lo intentó Javi Venta en jugada personal y, acto seguido, Riquelme hizo aparecer a Molina al obligarle a despejar a saque de esquina un trallazo desde lejos que iba a gol.
Sin embargo, fue un espejismo, Riquelme no estaba cómodo y el Villarreal no jugaba cómodo y sufría la presión del Deportivo, que reclamó un penal de Sorín sobre Víctor y que, aunque dominaba a su rival, tampoco llegaba con claridad a la meta de Barbosa.
Forlán lo intentó desde fuera del área y Molina volvió a lucirse pero en la siguiente jugada, Munitis puso el balón a Sergio para que desde fuera del área abriera el marcador e hiciera inútil la estirada de Barbosa. Se cumplía el minuto 26 de la reanudación.
El gol acalló a la grada porque preveía que la igualdad, tal y como jugaba su equipo sería complicada, una impresión que Guille Franco echó rápidamente por tierra al rematar de forma impecable un córner y poner el 1-1 en el marcador dos minutos después.
Los goles avivaron un choque que se había tornado aburrido y los últimos quince minutos fueron un ir y venir constante y a un alto ritmo, con llegadas y ocasiones en ambas áreas.
Por su parte el Barcelona no pudo lograr la victoria en el campo del Racing Santander y desperdició la oportunidad de agigantar su paso hacia el título de la Liga española.
Sin embargo, el equipo azulgrana, que empató a dos, sigue aventajando en once puntos a sus perseguidores. En este sentido, el Valencia aprovechó el nuevo error del Real Madrid para obtener la segunda posición. Larsson y Etto firmaron los tantos del Barcelona.
