GETAFE.- Un Real Madrid flojo y falto de ambición perdió la segunda plaza hasta ahora compartida con el Valencia al empatar ante un Getafe que, pese a presentar el once más ofensivo de la temporada en el Coliseum Alfonso Pérez, no fue mejor que su rival y acusó la falta de puntería de sus delanteros. Del desastre blanco, sólo se salvó Julio Baptista.
Se esperaba una reacción de los madridistas tras el tirón de orejas de su presidente, Fernando Martín, pero no llegó y volvió a cosechar un empate. También ansiaban una victoria los locales que les llevase a soñar con la UEFA, pero tampoco pudo ser.
Bernd Schuster, en el centro de todas las miradas, demostró que Floro no estaba equivocado, y dio una lección de estrategia en el Coliseum, un campo pequeño que se acoplaba a la perfección al planteamiento táctico del alemán, que dio a sus hombres una consigna en el vestuario: ahogar el centro del campo madridista, hoy con Baptista y Pablo García.
El primer gol llegó tras dos tímidos ataques del Getafe, iniciado el segundo lapso, cuando la suerte se alió con el mejor de visitantes, Baptista, que batió al guardameta García en un polémico gol en el que el Getafe pidió mano.
El gol no mejoró el juego de los de López Caro, pero tampoco el de su rival, aunque no fue obstáculo alguno para que el modesto Getafe empatara el encuentro en su recta final.
El autor no fue Gavilán, que hoy completó un sensacional partido, ni Riki, algo fuera de ritmo; el más alto del Getafe, el central Tena, envió el esférico a las mallas de la portería de Casillas, tras una falta botada por Contra.
Al final, reparto de puntos que hace crecer aún un poco más al Getafe, que puede presumir de no haber perdido en su feudo con el Real Madrid en su corta historia en Primera División, y que echa aún más por tierra la imagen del Real Madrid, que si sigue así parece que tendrá que sudar la camiseta en agosto para poder disputar la siguiente edición de la Liga de Campeones.