BARCELONA.- El español Albert Costa, quien hoy se retiró del tenis profesional tras perder con el valenciano Juan Carlos Ferrero en los octavos de final del Trofeo Conde de Godó, desea que los aficionados al tenis lo recuerden "como un luchador".
Costa admitió que, tras vencer al estadounidense Vicent Spadea y al eslovaco Dominik Hrbaty en las rondas precedentes, tenía claro que el encuentro de hoy "podía ser el último", aunque matizó que tras ganar el segundo set "pensaba que podía dar la sorpresa".
El catalán quiso dar las gracias al público del Godó, quien le brindó una larga y cerrada ovación cuando finalizó su pulso con Ferrero en la pista central.
"Se me ha puesto la piel de gallina. La verdad es que no pensaba que podía tener una despedida tan bonita como ésta", señaló Costa, quien apuntó que el torneo, catalán, el escenario, la pista central del Real Club Tenis Barcelona, y el rival, al que venció en la final de Roland Garros de 2002, convirtieron la jornada de su adiós "en un día perfecto".
"Qué mejor que perder ante Ferrero, es un grandísimo jugador", comentó Costa, quien más allá de los doce títulos ATP y la Copa Davis conquistada con España en 2000 se queda "con los amigos que he hecho en el mundo del tenis".
Sin embargo, Costa reconoció tener "una espina clavada", que no es otra que no haber logrado conquistar ningún torneo en pista rápida, aparte de la decepción que le supuso no ser seleccionado para disputar la final de la Davis contra Australia en 2003.
Pese a que hoy dio toda una exhibición de juego ante Ferrero, Costa se mostró firme en la decisión de retirarse y aseguró que no volvería a jugar ningún partido oficial, aunque desveló que realizará una serie de encuentros y exhibiciones que tiene comprometidos para el próximo julio en Alemania.
El español, no obstante, adelantó su intención de seguir vinculado al tenis. "Es mi vida, lo que me gusta", subrayó Costa, quien también tiene pensado enrolarse, dentro de un tiempo, en el circuito de veteranos de la ATP, en el que participan leyendas como el estadounidense John McEnroe y el chileno Marcelo Ríos.