MUNICH.- El argentino Guillermo Coria, uno de los grandes dominadores del circuito en tierra batida, subrayó su mal estado de forma en la primera ronda del torneo de Munich, donde era el primer favorito y se despidió precipitadamente tras caer frente al alemán Denis Gremelmayr, un desconocido procedente de la ronda de clasificación, por 6-3, 2-6 y 6-3.
Mientras se vislumbra Roland Garros, título que tuvo a su alcance en el 2004, cuando perdió la final frente a su compatriota Gastón Gaudio, la raqueta de Rufino, 9° del mundo, pierde enteros para adquirir la condición de aspirante.
Coria, que aúna nueve títulos entre su palmarés, tiene los cuartos de final del Masters Series de Montecarlo como el mejor registro en 2006. En el Abierto de Australia, el Masters Series de Miami y en Barcelona no superó la tercera ronda, otros logros mayores por el momento. Porque en Buenos Aires se estancó en el segundo turno y en Acapulco, igual que en Munich, no pasó del primer corte. Escaso bagaje para una raqueta habituada a los grandes momentos de los torneos, sobre todo en arcilla.
Denis Gremelmayr, su verdugo, ocupa el puesto 132° del ranking. Casi su mejor lugar como profesional. A sus 24 años carece de título alguno y de este año sólo destacan los cuartos de final de Monza y Nápoles, torneos menores, challengers, competiciones habituales donde intenta ganar su recompensa como jugador.
Munich es su primera cita ATP. Aunque disfrutó del Abierto de Australia, donde consiguió ganar al sueco Jonas Bjorkman y al estadounidense Robby Ginepri antes de perder frente al chipriota Marcos Baghdatis, a la postre sorprendente finalista.
Coria ofreció lo peor de sí mismo. Después de apuntarse el primer parcial con cierta comodidad se desinfló de forma preocupante ante el entusiasmo de su rival, crecido ante los vaivenes del argentino.
El sudamericano no reaccionó con la pérdida de la segunda manga. Todo lo contrario. Permitió al germano situarse con 3-0 en el desempate y poner cuesta arriba una situación que no enderezó.