SANTIAGO.- Como en los viejos tiempos en que presidía como máximo dirigente de Universidad de Chile, el doctor René Orozco, golpeó la mesa y salió en defensa de "Los de Abajo" ante el anunció de la actual directiva de desvincularse del grupo de barrista por la venta de entradas falsificadas en el pasado "Clásico Universitario".
El galeno se reunió con líderes de la hinchada azul y, tras escuchar sus versiones de lo sucedido, aseguró tajantemente que la "escuelita de Los de Abajo" no se cerrará por ningún motivo.
"Esta propiedad la compré para la escuela Libre de Los de Abajo, por lo que nadie puede cerrar este recinto porque pertenece a nuestra corporación. He conversado con los muchachos y esto no va a desaparecer. Es lo mismo que en tu casa particular alguien ponga un candado y tú no puedas entrar eso no puede ser. Además, no tenemos ninguna orden judicial que indique el cierre", declaró algo ofuscado el doctor.
Con documento en mano respaldó sus declaraciones y la validez del recinto y explicó que "nosotros somos una corporación de derecho privado sin fines de lucro y esta es nuestra escuela. Yo soy el presidente de la corporación, Raúl Donckaster es el vicepresidente, Guillermo Díaz el tesorero y Anarquía representa a los muchachos de la escuela", agregó.
Orozco no paró ahí y defendió a los barristas que vendieron los boletos falsificados al declarar que "ellos me han dado todas sus versiones y fueron engañados. Fue un cazabobos porque indudablemente ninguna persona inteligente va a vender entradas falsificadas en la puerta de su casa, eso es imposible".
Para el facultativo esto se debe a que la barra "está segregada al igual que los mapuches. Quizá porque los muchachos son pobres porque no son del barrio alto. Nosotros los defenderemos y si alguien cometió un error le daremos una mano para volver a recogerlo", palabras que generaron los aplausos de los fanáticos azules que lo acompañaban.
Al ser consultado sobre porque ningún dirigente llegó al lugar para zanjar el tema, Orozco fue claro en señalar que "están todos escondidos porque sabían que venía. Soy tan terrible, tengo una metralleta adentro (ironizó). Lo único que tengo es la capacidad de pensar y defender lo que considero justo".
Aduciendo que la medida impuesta por los directivos de "cortar todo vínculos con Los de Abajo" es "injusta" y prometiendo que "la escuela se va a abrir en el momento oportuno", el doctor se retiró indignado del lugar.
