ESTOCOLMO.- El explorador sueco Tomas Olsson, de 30 años, quien el 16 de mayo pasado sufrió un accidente cuando intentaba descender esquiando una vertiente del Everest, fue hallado muerto, informó la agencia sueca Tt, citando al padre de la víctima.
Olsson, acompañado por el noruego Tormod Granheim, otro esquí alpinista amante de los deportes extremos, había partido el 29 de marzo con el objetivo de ser el primero en el mundo en descender con esquíes la vertiente norte, la más difícil de la montaña más alta del mundo, con 8.850 metros.
Ambos plantaron un campo base a 6.400 metros y habían emprendido la escalada para habituarse a la altitud.
Pero hace cinco días, cuando apenas habían comenzado a descender, Olsson cayó desde diez metros de altura al romperse el hielo en el que había insertado el gancho con la cuerda que lo sostenía y el deportista rodó hacia abajo.
Hoy, una expedición de socorristas halló el cuerpo después de varias horas de búsqueda.
Tomas Olsson entrenaba hace tiempo en Chamonix, en los Alpes franceses, donde vivía gran parte del año. Era un esquiador experto que había cumplido empresas memorables.
Había descendido la vertiente norte del Monte Blanco; los 6.959 metros del Aconcagua, en Argentina; el pico Lenin en Tagikistán; el Mustagh Ata y Kuksay, en China; y en 2004, el Cho Oyu de 8.200 metros, en Tibet.
